Wifredo Lam y su estética
Por ALBERTO ARJONA
Wifredo Lam nació el 8 de diciembre de 1902 en Sagua La Grande-Cuba. En la ceremonia de bautismo recibió los nombres de Wilfredo Oscar de la Concepción Lam y Castilla aunque después en España perdió la “l” de su primer nombre.
Su padre era chino, por lo que de acuerdo con la legislación vigente, Wifredo fue chino hasta los 21 años. Con la mayoría de edad, adquirió la nacionalidad cubana. Su madre era hija de negro y español. Por tal motivo, los que estudian a Wifredo Lam apuntan siempre a su mestizaje.
Sin lugar a dudas en su obra se pueden apreciar estas confluencias étnicas, herencias de las ideas que les trasmitieron sus progenitores ya que el artista desde su infancia se sintió atraído por sus propias raíces, demostrándolo al decir:’”Reivindico como mis antepasados a los aborígenes, a los esclavos y a los rebeldes de todas clases, españoles, africanos, y chinos, por que nuestra nación se formó de todos ellos”.
En Wifredo Lam se habrían encontrado influencias de expresionismo africano pues asimiló en Francia las tendencias del modernismo pictórico, fuertemente influenciado por el arte afro occidental, así Picasso como en muchos artistas plásticos de su tiempo.
Los aportes afroides en la pintura de Lam pueden estudiarse en tres aspectos: su simbología, su religiosidad y su primitivismo.
En lo simbólico son insistentes los temas de la naturaleza, los carnales y los esotéricos, pero esta simbología no es utilizada para representar una realidad sino que busca plasmar visualmente aquel mundo complejo, lleno de fantasías y temores donde había crecido. En cuanto a la religiosidad, refleja las emociones y supedita lo humano a lo religioso. Las imágenes son fantasmagóricas, como visiones angélicas o diabólicas que surgen en las penumbras.
Su primitivismo no se debe a la cronología de su técnica ni a la manera de su estilo sino al temario que emplea y a su simbolismo. Es primitivismo afroide el de Lam, porque para su alegorismo, usa signos de carácter afrocubano, que está en la mulatez de su mente y de su pueblo y en la escuela surrealista incorporada en su paso por Europa.
Por último, tomamos en cuenta parte del discurso pronunciado por el Dr. Armando Hart Dávalos, ministro de Cultura de la República de Cuba, cuando le impuso a Lam, en París, el 7 de noviembre de 1981, la Orden Félix Varela.
“El talento creador de Lam llega a las cumbres porque no niega sus orígenes, sino que los recoge y exalta a un plano universal. Llega a tan alta escala porque tomó de Europa lo más avanzado de la plástica moderna y no olvida, sino por el contrario, afirma lo genuinamente cubano y americano. Porque se mantuvo fiel a su origen nacional, puede hacerse universal”.