Nélida Santanna: la palabra como retorno
Por LUIS RAUL CALVO
Nélida Santanna, poeta, cuentista y periodista, nació en Buenos Aires, en el barrio de Flores. Estudió teatro con José Bove, e Incursionó en teatro infantil.
Publicó siete libros de poemas y cuentos Infantiles. Participó en antologías.
En 1981 obtuvo la mención de honor en el concurso “Buenos Aires Poesía”, organizado por las Universidades Populares Argentinas.
En 1982 obtuvo un premio en un concurso sobre cuento organizado por Radio Belgrano. En el mismo año, fue seleccionada en poesía, en sendos concursos realizados en México y España.
En 1985 presentó su primer obra teatral Nosotros, la Ciudad -con muy buena repercusión- en el Centro Cultural San Martín.
Es autora y organizadora de “El Bazar del Mundo” espectáculo integral (teatro, poesía y danza) a estrenarse próximamente.
En 1989 va a publicar un libro de cuentos y poesía Invasión del Tiempo, con prólogo de Héctor Negro.
Si la vida es una búsqueda del regreso a nuestros orígenes, la poesía de Nélida Santanna se aproxima a este principio. El pasado es un estado regresivo de placer ligado al barrio y a los símbolos registrados en la memoria. No nos vamos definitivamente de aquellos lugares que amamos. Algo de nosotros permanece en la señal contemplativa de la mirada infantil, pareciera decir en “El Barrio de Jazmín Plateado”:”Mi barrio memorable donde la luna bajaba/ y se arrinconaban organitos/ y se arrinconaban en zaguanes / los perros fugitivos / quedará para siempre en la esquina del regreso,/ donde hay un rostro pequeño /mirando al sol”.
Sus poemas no se nos ofrecen como salvadores. El tiempo ha gastado la piel y una parte de los sueños. Pero la esperanza, tan sólo acaso como un deseo imaginario, sobrevive en estos versos de “Para no estar sola “Entonces, / como siempre, /viene a mi rescate la madrugada, / a contramano,/ a contra alegría/ cuando ya es tarde,/ cuando los fantasmas de la oscuridad/ se han llevado la mitad de mi cuerpo, / sólo la mitad,/ porque el resto deambulará sigiloso por la ciudad/ buscando con disimulo/ un soplo de vida”.
Por momentos, la poeta sale de su entorno, y la palabra se transforma en un compromiso poético en relación a la sociedad y a sus circunstancias: “Después, hicieron un duro caparazón/como ataúd,/con sus poemas, /su corazón, con sus ojos de luto/ y sus pulmones agujereados / y expulsando la tristeza sobrante, /lo tiraron por una alcantarilla./ Nadie lloró su naufragio”.
Y el amor, testimonio de toda experiencia carnal, es un reclamo pasional al objeto amado:”A esa hora, en que precipicios de gemidos/ruedan por el escote del rocío/y se entrelazan en un duelo sin palabras, / a esa hora voy a tu rescate,/ cautiva de vos,/húmeda de tus raíces,/ reclamando el dulce continente de tu amor”.
Nélida Santanna se comunica con nosotros a través del sentimiento. La expresión, acentuada en algunos de sus poemas es un grito descarnado que embellece la poesía.
“TE MIRO”
Tengo tu ser aquí
tu sangre ardiente,
tu voz que me estrené y me confirmara.
Te miro entre poesías
y silencios transparentes,
entre las cosas que sobrepasan
todas las cosas.
Te miro entre suspensos
y símbolos secretos
Te miro finalmente
con la dulce gravidez de la ternura Te miro…
Luis Raúl Calvo