La Llave de la Caverna
Sección de poesía “Antonio Aliberti“
LA OTRA NO MUERTE
Algo en el aire
—no sé—,
blando,
una mirada que no ve
(mira desde otro ángulo perdido),
una desesperación
careciente de otro sentido
que no sea el de cavar
en la propia desesperación,
germen o condena
(sin fuerzas,
sin lucha,
puerta de temores
que no da a ninguna parte,
da a un espejo sin fondo,
a un sueño sin heridas), voz de viento
que desplaza la silla
de norte a sur
(se sienta ante la misma pared
……………inconmovible,
torvo gesto parpadeante);
algo como larva en mí
que recorre el mismo breve trecho:
de la garganta al abdomen,
del corazón al sexo,
algo impuro, ajada pureza
que no vive, no deja vivir,
vive sólo cuando ella,
fuera de ella no, se ausenta,
voluntariamente, se suicida
hasta el nuevo giro,
porque gira en el aire
—blando—,
quiere vivir y no muere,
cada día no muere y renace
hasta la otra no muerte.
ANTONIO ALIBERTI
Para “Generación Abierta a la Cultura”, agosto 1992.
Antonio Aliberti: Nació en Sicilia, Italia, el 15 de diciembre de 1938. Reside en la Argentina desde el año 1951. Obra poética: Poemas (1972), El Hombre y su Cáliz (1973), Tráfico (1974), Ceremonia Intima (1975), Cuestión de Piel (1978), Estar en el mundo (1979/1980), Mareas del tiempo (1981), Lejanas hogueras (1981), Límites Posibles (1983), Cuartos Contiguos (1986), Todos Recordaron a Casandra (1987), Antología Breve (1991), Delicado Equilibrio (1991), Apuntes de 20 Años (1991).
VIAJE IRANI
Porque busqué una tierra dorada
de palabras dispersas y en el sueño entrevista;
porque vi el desconcierto que aloja una estación
junto al fruto carnoso al que se rinde
en el débil avance de los días
y sin tregua aceché los datos del augurio
al negar el espacio
……………………..pude llegar a Oriente
Desde entonces recuerdo aquel agua de rosas
como un fresco rocío de alguna callejuela
donde escuché al acaso la irónica plegaria.
(Abajo de mis ojos un ágil corazón
demoraba las noches de seductor remusgo.
Más tarde y con esmero la claridad urgía
el áspero color de los montes cercanos.)
Viví la paradoja de un tibio amanecer
y el paso arrollador de un calor impiadoso
y crucé una campiña de fuerte color ocre
para vivir la simple unción de una mezquita.
Retomé del misterio de una tierra dorada
con mítica sustancia y encontrada en el sueño.
Teherán día a día se acerca en mi memoria.
Para “Generación Abierta a la Cultura”, agosto 1992.
allí donde todos
cuán difícil lo nada
oficio de ausencias
que nunca son algo
jamás estuvieron
lo que viene y va
perdura y se queda
lo que siempre está quieto
gira en sí mismo
en sombras circulares
ve pasar los soles
que ajenos proyectan
su extinción de rayos
entonces lo nada
retorna donde todos
no termina el oficio
la espiral persistente
es muy difícil lo nada
Para “Generación Abierta a la Cultura”, agosto 1992.
Gregorio Ganopol: Nació en Misiones (Argentina). Su obra comprende once libros que aún permanecen inéditos.
El día se hace negro y apretado hasta estallar en piedras.
Con el estupor de los lagartos me deslizo de un mundo hacia otro mundo,
de un espacio a otro espacio.
¿Qué es lo que se abre en el fondo del vientre
para dejar pasar la delicia del agua?
Algo vivo que avanza y que devora, oscuro y entrañable.
Fragante boca tocada por la muerte.
MARIA ROSA MALDONADO
Para “Generación Abierta a la Cultura”, agosto 1992.
María Rosa Maldonado: Nació en Barcelona el 4 de febrero de 1944. Se radicó en Buenos Aires en 1949. Obra poética: Poemas (1977), Hasta que despertar es imposible (1989), El esplendor ajeno de las cosas (1992, en prensa).
Soy la que soy.
Una voz perdida en los túneles,
en las cisternas,
en los cielos aún no descubiertos.
En las tierras moribundas
en los cráteres. Soy la que soy
como un sonido débilmente expresado
por una boca enorme.
Vacío, abismo,
donde cae
destrozándose una y otra vez
el pasado y el presente.
Me tocan la piel las estrellas.
Me toca el corazón caminar esta tarde del rito.
Construimos juntos con sigilo.
Cuidando la sombra.
Está el tiempo del humo.
Hay semillas ocultas en otros cuartos, empezando a vivir
a saber el sol.
Me asisten los monstruos, los ángeles.
Y las manos y la boca ávida destierra,
coloniza otra vez el suspiro.
Las abejas trabajan la miel otra vez para la lengua.
La luz del cuarto alquilado como las estaciones de los trenes
llenas de voces que parten y nos dejan solos juntos.
Hay una hoguera donde se queman manos, flores, sábanas, enseres
de otra historia tan lejana ya.
Hay un duelo de gendarmes
mientras susurra la piel en la almohada ajena al fantasma.
Hay piedad por los sueños de los muertos frente a tus
sueños de epidermis rosadas.
MARGA SCHUJMAN
Para “Generación Abierta a la Cultura”, agosto 1992.
Marga Schujman: Nació en Buenos Aires. Obra poética: Iniciación en la vigilia (1991).