Entrevista a Delia Bisutti: Legisladora de la Ciudad de Buenos Aires
“A nivel país, la educación está desintegrada”
Por Adriana Gaspar y Patricia Fayt
– ¿Cómo surgió su vocación por la docencia?
– Desde chiquita tuve la decisión de ser maestra, así que hice el normal, y me recibí de maestra normal nacional. Estuve bastantes años sin poder ingresar a la docencia porque no había muchos cargos. En 1969, después de casi 5 años de recibida, trabajé 1 año en una escuela privada en la Pcia. de Bs. As. y a partir de 1970 entré en el sistema público en La Matanza, ejerciendo constantemente en doble turno.
– ¿Cómo era el momento socio-político?
– Era un momento, con características sociales muy distintas, los últimos años de la dictadura del 66, en los años 71-72 la pelea del pueblo peronista y trabajador y el regreso de Perón en el 72 que marca el comienzo de otra etapa con un nuevo período democrático a partir de 1973. Cuando asume el gobierno Cámpora, una de las primeras medidas fue un aumento a los docentes, lo recuerdo porque son hechos que han quedado marcados, creo que fue un elemento importante en aquel momento. Inclusive había un nivel adquisitivo más o menos importante. En la Ciudad de Bs. As. el poder adquisitivo ha bajado en forma substancial tomando los últimos 10 o 15 años, o por lo menos el último período constitucional, por lo que creo que esto fue una reivindicación y una importante decisión del gobierno de aquel entonces.
– ¿Cuáles eran los valores en esa época y cuál es la diferencia con la época que estamos viviendo ahora?
– En aquel momento, no solamente en el caso de los militantes populares, sociales, sino en cualquiera de los estamentos había valores por los cuales luchar, había utopías, había solidaridad, pero no declamada, sino que estaba como parte de las acciones humanas en la sociedad, y había siempre posibilidades de cambio apuntando a cosas mejores, y la sociedad tenía todavía normas y valores que se compartían. Viéndolo a la distancia creo que hoy hay una denigración muy fuerte de los valores sociales y de la valoración de cada uno de los valores sociales.
– ¿Y esto por qué?
– No creo que yo tenga la varita para tener todos los por qué, puedo tener apreciaciones. Creo que la calidad de vida de los argentinos fue bajando constantemente, no solamente a nivel salarial, sino de aquellos servicios esenciales que debe dar el Estado a través de los aportes de la comunidad que es el tema de la salud, de la educación, y en los últimos años el tema del trabajo. En cualquier sociedad, y en cualquier ser humano cuando falta el trabajo se empiezan a tergiversar los valores familiares, sobre todo si al que le empieza a faltar el trabajo es al jefe de familia. Creo que una de las cosas que dignifica mayormente al ser humano es precisamente el tema del trabajo, y hoy la falta de trabajo es algo muy fuerte en la sociedad argentina y es algo que golpea fuerte a la familia. Hoy hay muchas mujeres jefas de hogar, ante la situación social y familiar de separación y cuando recae también en eso que sos jefa de hogar, te digo sos, porque me tocó por otras circunstancias serlo durante toda mi vida, se hace muy duro, y los otros puntos a analizar son que la sociedad en su conjunto a través de políticas sociales y económicas ha ido tergiversando los valores. El valor de la macro economía como valor esencial del mantenimiento de la equidad en un país ha pasado a ser el primer punto en vez de la economía al servicio del valor esencial del ser humano y creo que esto es un peso muy grande que hoy lleva nuestra sociedad y que llevan nuestros hijos, nuestros jóvenes o adolescentes. Ellos se han criado y están viviendo en una sociedad que no les da alternativas, que no les da ejemplos, que los ejemplos que tienen son…no quiero usar el “sálvese quien pueda”, porque creo que ni siquiera es el sálvese quien pueda, es saber como “safás”, es saber como te “acomodás”, es saber como alguien te apadrina, es saber como a través de otros que tienen más poder podés conseguir las cosas esenciales que son precisamente las que corresponden a la educación, a la salud y al trabajo, y eso cambia todo el nivel de valores que creo que tiene que tener una sociedad.
– Ahora hablando como docente, digamos que hoy en día se habla mucho de una escuela asediada, ¿usted considera que esto es así, y por qué?
– No, yo creo que hoy se habla de distintos conceptos de transformación educativa. Se habla de un proyecto educativo en el cual está incluida la exclusión, donde en nombre de una transformación se quieren establecer pautas y normas, con determinadas cosas que deberían ir apareciendo inclusive la relación interpersonal entre el educando y el educador como que esto lo reemplazaría de a poco y paulatinamente la relación con la tecnología, en este caso con la computadora. Yo creo que eso es un elemento importante que la educación debe tener como parte de toda su actividad pedagógica y educativa, pero nunca una tecnicatura, una tecnología, una computadora puede suplir en la fase educativa y de formación la relación personal y la relación humana, sino que debe ser una formación en base a valores, a intercambio, a compartir espacios, en base a socializar, si no es así pierde sentido la educación, creo que la educación es la formación del individuo en un contexto social y en un contexto de integración, no de segregación.
– Cuéntenos un poquito como fue su comienzo en la U.T.E.(Unión de Trabajadores de la Educación).
– Viene de mi comienzo en la docencia, cuando comencé a trabajar en el 70 en las escuelas estatales de La Matanza. A partir de ese año empecé a ser delegada sindical, compartía el doble cargo en la ciudad de Buenos Aires, después vino la dictadura, en el 83, fui elegida por los compañeros para ser delegada, en este caso, para el sindicato de la Ciudad de Buenos Aires. Son sindicatos distintos, docentes los dos en el marco de la C.T.E.R.A., pero en la provincia de Buenos Aires. Estaba en aquel momento en la U.D.E.M. (Unión de Educadores de Matanza) donde hoy es el S.U.T.E.B.A., en aquel momento era Mary Sánchez la secretaria general en algunas de las etapas. En la ciudad de Buenos Aires, en la Municipalidad de aquel entonces nos empezamos a nuclear en lo que era la U.M.P. (Unión de Maestros Primarios) y a partir de ahí realizando las tareas sindicales nos fuimos agrupando con docentes que veíamos la educación y el sindicalismo de una manera y nos presentamos a elecciones en el año 86 por primera vez como lista celeste. Si bien salimos a muy pocos votos del primero, eran tres listas, había sistema Don, no asumimos, o sea que asumieron las otras dos listas. Nos volvimos a presentar en el 88 y ganamos las elecciones. Peleamos el sistema Don ante el Ministerio de Trabajo por la representación, asumimos como lista mayoritaria, y a partir de ahí generamos la organización de un sindicato que fue creciendo con los años y a partir de ahí hemos ido revalidando los mandatos a través de elecciones que en un primer momento fueron en el año 90 porque el estatuto en ese momento marcaba dos años en la conducción. Después hubo cambio de estatuto, fue cada tres años, y a partir de ahí cada año nos hemos ido presentando como lista celeste donde yo encabezaba como secretaria general. Y bueno, estamos ahora con la lista celeste de lo que es hoy el Frente de Trabajadores de la educación porque en ese interin por estatuto le cambiamos el nombre ante la transferencia de los servicios educativos.
Todas las escuelas secundarias que dependían de Nación iban a pasar a depender de la ciudad y el sindicato era para trabajar con toda la docencia, no sólo con los primarios, y el nombre nos restringía, así que ahí fue donde por Congreso le cambiamos el nombre y pasó a ser la U.T.E. (Unión de Trabajadores de la Educación de la Capital Federal).
– ¿Cómo fue su paso a la Legislatura?
– La primera posibilidad fue para la constituyente de la Ciudad de Buenos Aires, yo empecé en el año 93 a militar fuertemente en el marco del crecimiento del Partido Frente Grande de la Capital, ahí fuimos generando una postura dentro del Partido y apareció la posibilidad de ser candidata a Estatuyente de la ciudad, así que mi primera experiencia legislativa fue en ella, en un período de 60 días donde se gestó la actual constitución de la Ciudad de Bs. As. No queríamos que los docentes sintieran que la Secretaria General del Sindicato utilizaba la representación sindical para otro espacio y ahí lo fuimos consensuando con la propia entidad sindical y con todo el apoyo para ser parte de la lista. Llevamos proyectos, muy específicos y varios de ellos hoy son parte de la Constitución, donde se marca claramente el rol de Estado en la educación, la capacitación de los docentes, el tema de la idoneidad y la entrada al sistema a través del concurso, el mantener la no exclusión de los alumnos, la inserción y reinserción de los alumnos en el sistema, parte de cómo se debe garantizar el financiamiento estatal para el desarrollo de la escuela pública. Hemos sido partícipes, junto con otros constituyentes de varios proyectos donde se han sentido reflejados también los maestros, donde creo que quedó plasmado muy claramente aunque sea a rasgos generales la defensa de la escuela pública y el rol del Estado con respecto a eso.
– Actualmente ¿qué cargo ocupa en la Legislatura?.
– Todos somos diputados al mismo nivel, tenemos responsabilidades en distintas comisiones, así que yo estoy como vice-presidenta en la Comisión de Educación de la Legislatura y como presidenta en la Comisión de Legislación General, que es en la cual pasa toda la problemática que hacen al mundo del trabajo de los ciudadanos y soy parte integrante de la Comisión de DD.HH.
– ¿Cómo compatibiliza el trabajo entre estas 3 comisiones?, que si bien están muy ligadas entre sí son muy específicas.
– Uno va haciendo experiencia en el trabajo legislativo, vas aprendiendo en la práctica. No es sólo mi caso, sino que todos los diputados tenemos participación en tres y en algunos casos hasta en cuatro Comisiones, con lo cual a veces se hace difícil compatibilizar horarios porque las Comisiones se reúnen la mayoría semanalmente y además de eso tenés que trabajar, que hacer proyectos, que leer, y uno va priorizando de acuerdo a alguna temática, a veces se da que hay semanas o meses muy complicados porque hay temáticas importantes que requieren mucho tiempo en todas las Comisiones donde uno está y otras que se hace más flojo.
– ¿Qué proyectos suyos está trabajando en este momento?
– En educación hay uno fundamental que presenté acompañada por todo el bloque, es un proyecto de ley de educación de la Ciudad, y eso se empezó a debatir el año pasado y se llevó a todas las escuelas, se hizo participar a los docentes institucionalmente, se convocó a entidades representativas de todos los sectores educativos de la Legislatura para que expusieran sobre los proyectos presentados o sobre posturas de temas que deberían quedar establecidos en la ley.
Está en la Comisión de Educación el tratamiento de tres proyectos, uno de mi autoría que es sobre la convivencia escolar. Hace dos años se derogaron las amonestaciones en la Ciudad de Buenos Aires y hoy hay distintas normativas y ninguna en vigencia, nosotros estamos trabajando sobre ese lineamiento.
– ¿Qué piensa de la derogación de las amonestaciones?
– Yo creo que está bien, porque estaba en manos únicamente de quien la aplicaba sin posibilidad de que el supuesto o no damnificado tuviera posibilidades de tener algún tipo de explicitación, defensa, lo que pudiera establecer si era justo o no. Digamos que la aplicación era arbitraria, porque no había norma de cuantas amonestaciones para que tipo de falta. Creo que sí hay que poner normas disciplinarias, que tienen que estar consensuadas y que el alumno tiene que conocer, para saber a que atenerse ante una irregularidad en su comportamiento.
– ¿Cómo ve la situación en la docencia a nivel nacional?
– La situación educativa a nivel nacional está mal, no es de ahora, sino de hace muchos años, primero por lo que hablábamos sobre la desintegración social. Si bien en el discurso se dice que se está apostando a la educación, en la práctica si vos vas por Provincia lo que vas viendo es un desganamiento del sistema educativo como que se le quiere dar mucho más paso a la iniciativa privada, y no hablo de escuelas privadas históricas como ha venido sucediendo, sino iniciativas privadas empresariales que también marcan otra perspectiva totalmente distinta a lo que conocemos hoy como escuela privada, con lo cual se llegaría a lo contrario de lo que por ejemplo dejamos plasmado en la Ciudad de Buenos Aires. Nosotros creemos que la educación es un bien social, que puede haber emprendimientos como los hubo siempre, pero que el Estado no debe retirarse de su obligación en la educación, entonces hoy a nivel país la educación esta desintegrada, los contenidos no se condicen con las necesidades sociales, los docentes no están bien pagos en casi ninguna de las provincias, las condiciones laborales son malas y los alumnos creo que no encuentran en la escuela la posibilidad no solamente de acceder a conocimientos socialmente valiosos para desempeñarse cuando salen de la escuela, sino que hay una separación entre lo que ocurre dentro de la escuela y lo que ocurre fuera de ella. Hoy supuestamente las escuelas deberían estar con la computación puesta al servicio de la educación, y eso no es cierto, sé que en la Ciudad de Buenos Aires todas las escuelas tienen computación, todas tienen como mínimo 10, ahora, con 10 computadoras en una escuela de 300 alumnos no puede decirse que la computación esté al servicio de la educación. En la mayoría de las provincias del resto del país no existe ni siquiera 1 computadora por escuela. Creo que hoy la escuela está desfasada con respecto de las necesidades de la sociedad.
– Retomando un poco sobre su cargo y su proyecto, ¿cómo es el proyecto de ley de educación que presentó, el año pasado…?
– La ley de educación está basada primeramente en el mantenimiento del sistema educativo de la Ciudad con todas las modalidades y niveles que actualmente tiene, y eso lo rescato porque la Ley Federal de Educación que está en vigencia cuando se aprobó con disidencias fuertes en estos puntos marca un sistema educativo cambiando la escuela primaria y secundaria y llamándola EGB, que puede ser una EGB de 9 años obligatoria, aunque después sobre esa ley en cada provincia se fue avanzando de maneras muy dispares. Resulta que en la Ciudad de Buenos Aires que tiene un sistema fuerte, un sistema muy amplio, se deben mantener las estructuras como están, mantener el nivel primario, el medio, fortificar el nivel terciario, hacer las transformaciones de contenido, y todas las que hagan falta, pero sin desestructurar desde esta característica el sistema. Nuestra ciudad tiene muy desarrollado el área de nivel especial en los dos niveles de enseñanza, en el sistema de adultos y artística que la Ley Federal de Educación los ha puesto como sistemas complementarios, no como parte del sistema con lo cual se puede dar la posibilidad de que se vayan desintegrando.
En el proyecto nosotros mantenemos la estructura y las modalidades. Con un Ministerio de Educación fuerte para conducir todo este sistema, con un nivel terciario en la Ciudad de Buenos Aires, con convenios con las Universidades, pero que de ninguna manera deje de ser patrimonio del Estado de la Ciudad la formación docente y la formación terciaria.
– Este sería el eje central entonces; ese proyecto usted lo presentó en el 98, ¿cuándo se podría dar a luz?
– Ahora se están trabajando otros proyectos que también fueron presentados, y con todos ellos después la Comisión de Educación va a trabajar para elaborar un proyecto que sería el de ley. El proyecto está presentado también por otra legisladora del Frepaso y con el bloque de la U.C.R. con el que coincidimos en que la estructura se debe mantener como está, nivel primario, medio y con todas las modalidades incluidas en ese tema, pero también hay proyectos de legisladores del P.J. y legisladores de Nueva Dirigencia que hacen otros planteos, así que cuando empecemos el debate detallado nos va a llevar un tiempo llegar al consenso de qué es lo que la Ciudad de Buenos Aires necesita para que el sistema de educación siga estando fuerte.