Conservando la especie: 40 años de rock nacional
Por RICARDO GIMÉNEZ
con la colaboración de MARIELA AQUINO e IGNACIO VÁZQUEZ
Vox Dei
Willy Quiroga, en un reportaje concedido recientemente a Crónica afirma: “Las palabras tienen su importancia: no es lo mismo Vox Dei 40 años que Vox Dei a los cuarenta. Somos nosotros, ahora, mirando al futuro”.
Ellos están en El Camino .Quien esto escribe presenció el concierto del 7 de Julio en el Coliseo,como esas mañanas en el Coliseo, que en los ’70 animaran Manal, Almendra y Vox Dei. Por eso Vox Dei eligió el Coliseo para festejar 40 años con tres generaciones de público y seguir mirando hacia delante. Su primer tema, el 7 de julio, fue Total que: “sigue siempre adelante sin mirar atrás…”. Esta fue una de las impresiones que me quedaron del concierto, la de un nuevo grupo con un nombre clásico que asentado en el presente transita un río de blues en el camino hacia adelante. Después de más de dos horas de concierto volvieron para los bises los cuales se extendieron casi una hora más. Se los vio felices y con ánimo de festejo, tanto ellos como el público en una total comunión.
En un momento Willy habló de las mañanas en el Coliseo cuando no había muchos lugares para tocar, que no era casual que eligiesen ese teatro para el festejo. Recordé que conversando con el Bocon Frascino, él me dijo que Engranaje con Pappo como integrante había debutado en el Coliseo junto con Almendra.
Willy también mandó un saludo a los guitarristas que habían pasado por Vox Dei, el primero,especial, fue para Ricardo Soulé, luego mencionó a Nacho Smilari, Yody Godoy, Beto Forunato, Carlos Michelini, Rulo Fernández, Enrique Avellaneda, cerrando con Carlos Gardellini diciendo que no estaba reemplazando a nadie sino que simplemente se había aquerenciado con el grupo y es la guitarra que la banda necesita.
Promediando el concierto cayó el telón. Todos esperábamos ansiosos alguna sorpresa o presencia.
Al levantarse dio paso a una sección acústica con un violín, cello y bajo tocados por dos varones y una señorita; esto creó casi el clima de un concierto de cámara. Con Willy en el piano, tocaron varias canciones en este formato creando un clima calmo y plácido de mucha calidez.
Tanto el disco de Vox Dei, El Camino como el de Engranaje, Conservando La Especie son producciones independientes. Es increíble que ninguna empresa se juegue por estos grupos pilares del rock. Por otro lado esto les da la libertad artística musical y de producción. Ahora que el rock cumplió 40 años podemos decir que existe el rock y otras cosas que se llaman rock. Esta Especie se mantiene fuerte y adulta.
Una plegaria para 3 generaciones
Lamento no ser fanática de nada ni de nadie. Después de ver a Vox Dei dieciocho años después de la primera y única, en ese momento con Soule como guitarrista lo único que pude decir fue la rompen. Hoy en el Coliseo en un lugar muy distinto a aquel de Floresta tardé en darme cuenta que con mi hijo aquí presente éramos tres generaciones absortos, viendo más que un espectáculo. En el escenario los músicos y en las butacas una reunión de amigos. Gente con edades dispares, fanáticos, hombres aparentemente rudos con remeras de bandas metaleras, gente de 30, 40, 40 y más, chicos de un poco más de diez años emocionados dándole la mano a Willy. Hombres con lágrimas en los ojos al escuchar “Soy solo un hombre” Me comentaban sin conocerme en qué año y en cuál disco habia salido el tema que estaba por sonar. Tres generaciones de cálidos, emocionados, familiares, fanáticos… Mientras tanto los Vox Dei se divertían, porque si no es divertido no sirve decía Willy.
A su vez, Gardellini se movía frenético por todo el escenario y no se sabía bien donde terminaba su cuerpo y continuaba su guitarra, y Rubén Basoalto aportaba su fuerza y humor. (Mariela Aquino)
Engranaje conserva muy bien la especie de ese rock de los ’60 y ’70, sin traicionarse por facilismos y músicas que no son fusión sino exigencias del consumo y el mercado.
El verdadero rock está presente en esta banda que fusiona lo que alguna vez se dio en llamar el rock progresivo con la aguda potencia del heavy y los serenos climas del rock sinfónico.
Sutil, contundente, inclaudicable, el nuevo disco de Engranaje viene a confirmar que no todo pasado fue mejor. Varias de las canciones aquí incluidas ya habían aparecido con la formación anterior de Engranaje, en el CD Tu hostilidad. A la presencia imbatible del Bocón Frascino en guitarra, ahora se suman, con luz propia, Daniel Molinari en batería y Dag en el bajo.
¿Lo que vendrá?
Fuertes versiones provenientes del Fans Club y la platea masculina, aseguran que habrá un conjunto exclusivo para telonear a Engranaje y, de paso, realizar una rigurosa prueba de sonido. Un trío compuesto por la mujer de Frezza, la mujer de Molinari y la mujer de Dag. ¡¡Qué así sea!!