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Rinaldo Rafanelli

“Hay una palabra que determina el fin del arte que es el marketing”

Por PATRICIO FERNÁNDEZ

G.A.: ¿A qué edad  se te dio por la  música, por qué el rock, por qué el bajo?
R.R: A muy temprana edad, a  los doce años en esos asaltos que se hacían entrando a la adolescencia, en aquellos años sabíamos escucharla  en un wincofón  que causaba furor. Recuerdo que una noche uno de los chicos apareció con dos discos simple de los Beatles  y mi vida cambió  para siempre, me provocó algo físico, me volvió loco, estaba fascinado con esos tipos de quienes  casi nada sabía. A raíz de esa noche, supe que lo mío  iba a ser  la música.
Me pasé  la noche poniendo esos cuatro temas,  me olvidé hasta de las chicas.

G.A.: ¿De esa noche, a tu primer guitarra, que tiempo transcurrió?
R.R.: Un par de meses, comencé  a hacer buena letra en la escuela  y logré que me comprasen  una  guitarra criolla, el wincofón y el primer álbum de los Beatles. 

G.A.: ¿Y cuándo pasaste al bajo?
R.R.: Mi historia es similar a la de Paul Mc Cartney, siguiendo con el hilo de la historia, luego mi viejo me compró una guitarra eléctrica y un amplificador, así formamos una banda con unos chicos del barrio, había tres guitarras, una batería y un bajo, el bajista era bastante informal con los horarios para los ensayos, faltaba mucho dejando el instrumento en la sala. Yo sabía tocar todos los temas de los Beatles con el bajo, un día uno de ellos me dijo  porqué no lo tocaba yo, ya que era el único que le marcaba que no lo hacía bien, en principio me negué, pero un buen día me colgué el bajo y no lo largué más.
Al tiempo le dije a mi viejo que me comprase uno y me quiso matar.

G.A.: ¿De ahí a tocar con los amigos del barrio?
R.R.: Si, yo era de Saavedra, y había varias bandas,  estaban las chicas que nos seguían a nosotros y a otra banda que hacían música más “stones”, pero todos nos conocíamos, una tarde me llaman para conocer a un chico que había venido de Estados Unidos  y no paraban de alabarlo por lo bien que tocaba la guitarra y cantaba, era David Lebón, que había vuelto a la Argentina después de vivir ocho años en Miami.

G.A.: ¿En  qué año fue?
R.R.: A principios del sesenta y nueve, en ese año nuevo nos juntamos en una plaza con nuestra banda y la de David,  todos se habían ido y nos quedamos solos tocando un tema cada uno hasta el amanecer, así surgió nuestra amistad.
En un momento comenzamos a fantasear con hacer nuestra propia banda, y le propuse  ponernos a ensayar llevando al primer guitarrista de la banda que yo integraba y al baterista de su banda que era buenísimo.

G.A.: ¿En qué quedó el proyecto?
R.R.: Lo concretamos, un amigo en común nos propuso ir a ensayar a una casona de San Fernando, la banda sonaba mejor que  las que integrábamos, así que tiramos las dos  afuera y formamos “The Sugar Beat”, el nombre lo eligió Lebón.
A partir de ahí se fue a vivir a mi casa ya que vivía con su abuela que era rusa y no se entendían para nada.

G.A.: ¿Llegaron  a grabar con The Sugar Beat?
R.R.: No, solo  nos presentamos en un concurso que organizaba “ Escala Musical”-un programa de televisión- en el Teatro Ateneo, se exhibieron setenta y siete bandas y ganamos el primer premio; dentro de ellas estaba “Macht cuatro” que  al tiempo cambió su nombre por “Vox Dei”.
Al tiempo David Lebón se va a tocar con Pappo y es cuando graba su primer disco.

G.A.: ¿Luego qué pasó?
R.R.: Conformamos “Héctor Starc Trío”,  lo integrábamos Lebón, Black Amaya, Héctor Starc y yo, pero no era algo muy formal, solo hacíamos zapadas.

G.A.: ¿Cuándo te llamó Molinari para integrar “Color Humano”?
R.R.: Edelmiro tenía un trío que se llamaba “Viento”, junto a Vitico en guitarra y Luis Gambollini en batería, yo andaba mucho en aquella época con Luis y me cuenta que  Edelmiro no se llevaba bien con Vitico y andaba buscando un bajista. Me encuentro con él y me pasa todos los temas, hicimos un concierto  y quedó muy conforme.
Luego se va Gambollini y Molinari me pregunta si conocía algún baterista y le hablo de David, se junta con nosotros a tocar y es ahí cuando Edelmiro dice “le vamos a cambiar el nombre a la banda, se va a llamar como un tema  que hice para “Almendra” “Color Humano”.

G.A.: ¿Consolidado el trío graban el primer disco?
R.R.: Si, Edelmiro era un tipo muy difícil de llevar, luego  Lebón se va a tocar a “Pescado Rabioso” y ocupa su lugar Moro, con “Morito” en batería, la banda sonó mejor que nunca, conformamos  un  power trío potente y grabamos el segundo álbum que en realidad era doble, pero por razones económicas salió en dos ediciones, al tiempo Edelmiro decide disolver la banda.

G.A.: En aquella época había como un seleccionado nacional de músicos, me refiero a “La Pesada del rock and roll”,  llevada adelante por Billy Bond. ¿Has llegado a tocar con ellos?
R.R.: Con la pesada tengo dos hitos, la primera vez que grabo  un bajo es con esta banda, antes de  ”Color Humano”, yo había ido a acompañar a David que el si estaba muy ligado a ellos y  fue a grabar una viola .Recuerdo que   había un tema que lo cantaba Donna Carroll ,y faltaba un bajo porque Alejandro  Medina no había aparecido, entonces Billy me propuso que lo grabe yo , la canción  se llamaba “Todo de Gris” .y el álbum se llamó “Buenos Aires Blues”.
Luego cuando se grabó “La Biblia Ensamble” con la Orquesta Sinfónica, y muchos músicos de la época,  grabo el bajo  en “Profecías” y canto ”Libros Sapiensales”.
Era una banda increíble, Pinchevsky en violín, había dos bateristas Moro y Juan Rodríguez,  en guitarra Nacho Smilari  y en teclados Carlos  Cutaia y Charly .
Por lo tanto mi paso por la pesada fue muy corto, ni siquiera toqué en vivo pero tengo un excelente recuerdo.

G.A.: ¿Fue ahí cuando lo conociste a Charly?
R.R.: Si, ahí es cuando me ofreció participar en algunos conciertos,  me dijo que estaba grabando un disco que iba a resultar totalmente diferente a lo que estaba haciendo hasta aquel momento, luego me preguntó  si me gustaría participar en la grabación de su nuevo proyecto que resultó ser “Instituciones” su tercer disco, un long play mas enchufado que “Vida” y “Confesiones de Invierno”, todas las violas que escuchés en el disco han sido tocadas por mí, y también  el bajo en algunos temas. Una de ellas es “Tango en segunda”  y “La otra Casandra, .luego hay  un tema que lo hicimos en la casa de García, recuerdo que ese día le habían regalado a Nito una guitarra acústica Hamilton,  con esa viola y Charly con sus diferentes teclados hicimos una zapada y compusimos “El Tema de  Natalio”.

G.A.: ¿Luego pasaste a formar parte de la banda y fue ahí cuando participaste en los conciertos del Luna Park  en  ”Adiós Sui Géneris”?
R.R.: Si, ese mismo día  quedamos con Charly para ensayar en la semana y me dice que lleve el bajo, le pregunto cual era el sentido de llevarlo y me contestó que Correa no iba a tocar más y la guitarra que la venia tocando yo, pasaba a tocarla David Lebón. A partir de ahí dejé de  ser un músico invitado y pasé a formar parte de la banda; participé en los dos últimos conciertos que fue “Adiós Sui Géneris”,  grabados el 5 de septiembre de 1975.

G.A.: ¿De la separación de la banda surge “Polifemo”?
R.R.: No, David tenía como proyecto grabar su primer disco como solista. Dentro de esas idas y vueltas de vivir en casa, un día le pregunto porque estaba triste, me cuenta que se había truncado una fecha en el Teatro Ritz porque Lopecito y Jorge Navarro que lo iban a acompañar lo dejaron plantado por una propuesta de mejor dinero, entonces él quería suspender el show, yo le dije que no valía la pena postergarlo, que conocía bien las canciones que iba a tocar y que con Juan Rodríguez ya nos conocíamos de “Sui Géneris” y no teníamos inconvenientes en acompañarlo en el show. Sonó tan bien la banda que al tiempo viene un jovencísimo Daniel Grinbank, le gustó la banda y nos lleva a “Odeón”, ahí grabamos el simple “Suéltate rock and  roll”  de Lebón y “Vamosnos Tranquilos” de  mi autoría——así nace Polifemo—— así consolidamos el trío, luego vinieron “Oye Dios” y “Buzios Blues” que también se editaron como simples.

G.A.: ¿Cuando graban el primer álbum?
R.R.: A fines del año 76, para la grabación integramos a Ciro Fogliatta en teclados, hicimos un Luna Park y nos separamos.

G.A.: ¿Sin embargo tienen otro álbum más?
R.R.: El segundo disco ya lo teníamos casi terminado cuando presentamos el primero en el Luna. La separación vino porque Juan y Ciro querían seguir haciendo rock and roll, David estaba en aquella época con el Gurú y quería hacer temas espirituales. Recuerdo que era una época donde comenzaban a llegar músicos de jazz rock a la Argentina como Jaco Pastorius,  Wather Report esa música me sedujo, quería incursionar en el jazz rock; si uno escucha el último de “Polifemo” (que lo mezclé y lo terminé de grabar yo solo) tiene algo de todo esto, sin perder la esencia de lo que era la banda.

G.A.: A los músicos de tu generación, salvo excepciones se le hace complicado grabar en un sello llamémosle importante ¿cuáles son los motivos?
R.R.: Hay una palabra que determina el fin del arte que es el marketing, cuando aparece este concepto se acaba a mi entender la música, antes se hacia música buscando la belleza, buscando el hecho artístico, por eso las bandas de los años sesenta o setenta tienen tanta creatividad, no importaba si un tema duraba siete minutos, las radios te lo difundían igual,
Las nuevas generaciones son marketineras,  por eso no me gustan las bandas actuales, por que están  en esa búsqueda. Todos esos temas que se han ganado la categoría de clásicos y se consolidaron como tal, es porque están hechos con la visión de hacer arte y no marketing.

G.A.: Luego de tantas incursiones por diferentes géneros y bandas hoy estas con un proyecto exclusivamente tuyo con tu propia banda  ”La Riman Bloom”  haciendo tu música…
R.R.: Llevo mas  de treinta y cinco años  en los escenarios y “La Riman Bloom”  es la primer banda auténticamente mía, en  la que puedo plasmar mi  potencial  musical , la que tiene las tres patas de mi estilo ,Jazz, Rock y Blues, he tardado, mucho en poder encontrar mi identidad , lo importante es que lo haya logrado, y el secreto estuvo  simplemente por que  nunca abandoné la idea de lograrla. En este proyecto me acompañan Diego Schneerson en guitarra y coros y Diego Cicatto, en batería y percusión. Dos músicos  muy jóvenes y talentosos, antes de fin de año grabaremos “Tao” un disco que saldrá como producción independiente.

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