Letras

Presentación del libro “Profane Uncertainties” (“Profana Incertidumbre”) de Luis Raúl Calvo

Translated by Flavia Cosma, Editorial Cervená Barva Press
Somerville, Massachusetts, Estados Unidos

Por SEBASTIÁN DE MARÍA

El pasado 18 de noviembre de 2011 dentro del Ciclo Cultural “Antonio Aliberti, del Café Montserrat, se vivió un clima de magia y de encanto, como es costumbre se celebró la palabra y en este caso la palabra del poeta y coordinador desde hace diecinueve años  del ciclo, Luis Raúl Calvo,  Director de la Revista Generación Abierta, poeta querido y reconocido en el mundo de la cultura por su labor incansable en difundir el arte, la educación y las letras a través de la misma y a través del  programa radial “Generación Abierta en Radio”.
El libro “Profane Uncertainties” (“Profana Incertidumbre”) de Luis Raúl Calvo, presentado el 18 de noviembre, fue traducido al inglés por la poeta y traductora rumano-canadiense Flavia Cosma y publicado en Estados Unidos por la Editorial Cervená Barva Presss en 2010. Fue seleccionado por el Programa Sur –de la Cancillería Argentina- de Apoyo a las Traducciones Literarias y representó-junto a otras obras traducidas a diferentes idiomas  de autores  clásicos y contemporáneos – a nuestro país en 2010 en la Feria del Libro de Frankfurt, Alemania.
En un escenario  de alegría compartida, el local, colmado de gente, contó con la presencia  de poetas, amig@s, familiares, compañer@s de ruta quienes escucharon muy atentamente las palabras de las presentadoras del libro, la Lic. Bertha Bilbao y la Ing. Flavia Cosma poeta y traductora, quien también leyó poemas (en inglés)  junto a Nora Patricia Nardo (en español).
Bertha Bilbao Richter (crítica literaria)  nos dijo entre otras cosas acerca de la obra:
“Inagotables riquezas encontrará el desprevenido lector que se asome a esta Antología de Luis Raúl Calvo porque la experiencia poética aquí reunida no queda clausurada en sí misma sino que se abre al mundo de la cultura de hoy. Ya desde 1989 en Tiempo dolorosamente resignado, la poesía de Luis Raúl Calvo está tocada por la fascinación del abismo, el vacío, la nada, que acechan al hombre. De ahí el temple de ánimo del poeta que se siente privado de la inocencia y de la felicidad, siempre inasible. La lucidez agónica de su voz se sostiene en la tensión de los límites entre las palabras y los gestos, entre el corazón y los principios elaborados por la cultura, entre la santidad y el pecado, límites que se hacen difusos por el amor, como lo expresa precisamente en ese logrado poema titulado “Límites”, de su libro Calles asiáticas.
Luis Raúl Calvo ve en la infancia el complejo mundo imaginario o nutricio en que arraiga la sustancia poética que revivifica la memoria incondicionada, sin embargo, es el tiempo el que distorsiona los recuerdos (II. Bajos fondos del alma): “No hay recuerdos / que sobrevivan dignamente / (Pocas cosas lo logran) / vivir es una larga ausencia” (XIX). De eso se desprende que la identidad sufra transformaciones y no seamos los mismos de otros tiempos (XVI). “Al crecer / se comprende que hasta / la luz es oscuridad” (XIV). No obstante, rescata la calma de la abuela y “el don de la sabiduría” (IX). En este libro Bajos fondos del alma compuesto por varios poemas entrelazados por su coherencia textual, se percibe el trabajo sobre el lenguaje liberado de retórica y que muestra el riesgo de una conciencia en crisis, su nocturnidad, pero también espeja el tiempo babélico en que estamos insertos y en el que el poeta vive de manera reflexiva y crítica con autonomía intelectual pero con esa integridad moral de nobleza y de heroísmo intensos. 
Para el lector contemporáneo, la certidumbre de la voz poética tiene un sesgo de arrogancia, resulta falsa o sospechosa. Luis Raúl Calvo parece saberlo y en su obra  no hay afirmaciones contundentes de autoridad, por el contrario, todo está puesto en duda aunque sin un hálito de queja, hay una errancia de viajero hacia tiempos que confluyen en el ahora de la enunciación: una observación no hay afirmaciones contundentes de autoridad, por el contrario, todo está puesto en duda aunque sin un hálito de queja, hay una errancia de viajero hacia tiempos que confluyen en el ahora de la enunciación: una observación del mundo fenoménico, un recuerdo o un anhelo, pero siempre una revelación deslumbrante: el deseo de sentirse enaltecido en las más intensas emociones: el amor como fascinación de lo inexplorado, la imposibilidad del lenguaje de descifrar el pensamiento, el recuerdo de los muertos que se deja sentir como ausencia hacedora del olvido, la elección de la libertad frente a los dogmas. Y, por otra parte, el poemario ofrece hondas reflexiones: las razones que devienen en sinrazones frente al intento de explicaciones; el pensar como retorno a lo sagrado, la caducidad de los recuerdos, el peso de la historia en la ciudad y en los pueblos homologable al sentido de la historia de una nación o de un continente y quizás, la idea movilizadora de la gestación poética, la pasión como verdad encarnada que “nos aleja de la muerte”.
Es reconocible en la obra del poeta la influencia de Manuel del Cabral en su intento de descubrir y revelar lo real más allá de las apariencias sensibles, de Paul Eluard, la veta surrealista, de Jacques Prévert , la naturaleza fluida de las imágenes, de Eugenio Montale ha recuperado el ocaso como un rasgo sutil de su poesía homologable a la decadencia de la cultura y el esfuerzo de la palabra para devolver al mundo la luminosidad, de Salvatore Quasimodo la vitalidad volcada a la problemática social, de su última época, de Giuseppe Ungaretti, ese viaje interior a la memoria, de Vicente Aleixandre, el prosaísmo, el verso libre, la celebración del amor desafiante de toda limitación, de Fernando Pessoa esa búsqueda de relación entre identidad, verdad y existencia, de Georg Trakl  pinceladas de expresionismo. En esa vasta pléyade de voces líricas no están ausentes los argentinos Enrique Molina y Roberto Juarroz.
Luis Raúl Calvo eligió el camino del cuestionamiento, del desafío, de la duda, de los reinos fronterizos, de la búsqueda metafísica, pero supera el pathos trágico tal vez por sus incursiones saturnianas vividas o imaginadas, al abrir su expresión a nuevos hallazgos y al convocar a los ángeles para la salvación en su verso de cierre. Y es en este cierre que vemos la disipación de las sombras del existencialismo sartreano en sus más apocalípticas conceptualizaciones que hacen de la nada el principio y el fin de la existencia.
Mi intención no ha sido reconstruir el mensaje de este texto antológico ni contribuir a la reconstrucción de su sentido ya que el escritor no oculta su animosidad contra toda sistematización, su desdén ante el poder mismo, la esclerosis de la ley, y por extensión, de los dogmas, la irrelevancia de las formas. En consecuencia, he preferido detenerme sólo en algunos  ensimismamientos del poeta, que por su complejidad han concitado mi atención”.
A su vez se refirió a la obra Flavia Cosma traductora y poeta rumano-canadiense:                                                                        
“La poesía de Luis Raúl Calvo se encuentra  siempre sobre el filo del cuchillo entre la vida real, donde “hay obligaciones a cumplir” y el universo fascinante y subterráneo del bajo fondo del alma, donde paradójicamente el poeta puede desplegar sus alas, libre, sin ataduras  de ningún tipo.
El lector se ve seducido y acometido por este juego de luces y de sombras, creados por una poesía a la vez transparente y fundamentalmente ambigua, en el sentido de considerar que detrás de algo manifiesto siempre puede haber algo latente que ponga en duda lo anterior, otorgándole  una nueva significación.
En su poesía Luis Raúl Calvo pone con fuerza y determinación las preguntas fundamentales sobre lo vivido y sobre la verdad de la realidad que nos rodea.
Hace  unos años tomé  mi primer contacto con la obra de este gran poeta argentino, una obra profunda y seria, que nos ofrece  una mirada tan diferente  y al  mismo tiempo tan familiar del mundo en el cual vivimos.
Este encuentro me impactó de tal manera que de inmediato no cesé de preguntarme como fue posible que esta poesía tan cercana a mí, no fuera escrita por mí misma. Su poesía me encantó a tal punto que traducirla primero al rumano y después al inglés fue la consecuencia natural de mi entusiasmo.
A mi me da una inmensa alegría cuando logro traspasar  un poema a un idioma ajeno, pero pudiendo a su vez  conservar la musicalidad de la poesía, el sonido de las palabras.
Voy a ejemplificar lo dicho anteriormente con uno de los  poemas del libro que traduje de Luis Raúl Calvo:

There is a plateau that separates
Words from gestures,
Hearts from principles,
Holiness from sins.

The diffused limits of love
Work out the differences
(Diffuse Limits)

Límites

Hay una mesa que separa
las palabras de los gestos
el corazón de los principios
la santidad de los pecados.

Los límites difusos del amor
unen las diferencias.

 (De Calles asiáticas,1996)

 

Para mí fue un honor y un gran privilegio el poder hacer conocer esta maravillosa poesía de Luis Raúl Calvo para el público de lengua inglesa.
Voy a terminar mi presentación con unas palabras de homenaje y agradecimiento a Gloria Mindock, querida amiga, poetisa de gran talento, y directora de la Casa Editorial Cervená Barva Press de Massachusetts, Estados Unidos, quien no teme correr riesgos de publicar a valiosos poetas extranjeros como Luis Raúl Calvo, basándose en su seguro instinto de encontrar grandes talentos en el mundo entero. A pesar de muchas dificultades, ella logra publicarlos y hacerlos conocer en EEUU y demás países del mundo”.

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