La Llave de la Caverna -José Antonio Cedrón
(Poemas seleccionados por el propio autor para “Generación Abierta”)
José Antonio Cedrón nació en Buenos Aires, Argentina, donde comenzó a publicar en la década de los años 70, e integró la mesa directiva de la Agrupación Gremial de Escritores Argentinos.
Vivió durante una década exiliado en diversos países de Latinoamérica. En Venezuela trabajó como docente (educación básica) y en la revista “Los Libros”. En México fue coordinador de Bibliotecas de Investigación en el Archivo Histórico de Puebla. Luego trabajó cinco años en la Universidad Autónoma de Puebla.
Seleccionó y compiló los cuatro tomos del libro Sucesión rectoral y crisis en la izquierda, y es autor del capítulo sobre Haití en el libro América Latina, Herida y Rebelde, y del documento Guatemala: el proceso de diversificación del movimiento revolucionario visto por el PGT.
Posteriormente, en los años 90, en la Ciudad de México, fue coordinador de Ediciones del diario “unomásuno” y se desempeñó como editor de la revista “Este País”. Publicó los poemarios La tierra sin segundos, De este lado y del otro, Actas, Vidario. Y el reportaje novelado El Negocio de la Fe.
Parte de su obra fue traducida al francés, inglés, portugués y catalán.
Obtuvo el II Premio Concurso Cincuentenario del Periódico Alberdi, en Buenos Aires; la Primera Mención Honorífica Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío, en Nicaragua; Mención Premio Carlos Pellicer para obra publicada en México, y el Premio Nacional de Poesía de México, Sinaloa.
Trabajos suyos fueron musicalizados en Argentina, México, España, Nicaragua y Costa Rica. Realizó espectáculos de café-concert con poemas y canciones y grabó discos con la participación de los músicos Carlos Díaz Caíto, Rolo Taubas, Nobilis Factum, Helio Huesca, Ofilio Picón, Nimbus Jazz, Raquel Oyola, Marianne Friederichs, Delia Caffieri, Adrián Goizueta y el Grupo Experimental, entre otros.
Es coautor de libros de texto de Español para la Secretaría de Educación Pública —secundaria a distancia para adultos.
Trabajó en el área de Educación e Investigación Artísticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) durante cuatro años.
Como docente, impartió en el Diplomado de Creación Literaria de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), y tuvo a su cargo la cátedra Lengua y Comunicación para maestros que cursan Docencia en Artes en el Centro Morelense de las Artes (CMA) de la Ciudad de Cuernavaca.
POEMA
En esta casa alguien vivió antes.
Dejó clavos de punta en las paredes
la forma de sus manos en un viejo jabón
olores a tabaco, el lavadero sucio.
Huellas poco confiables.
Vivió esperando un ruido que lo llame
desde el amanecer?
Lo imaginó esperando?
Lloró también de frente, aquí,
contra estas puertas?
Qué lloró cómo qué hizo
cuando el sol se le secó en el horizonte?
Qué sintió de esta lluvia debajo del papel?
Humedeció sus miedos el cielo de este techo?
Dudó del calendario con las manos cerradas?
Del amor?
Compró pan en el barrio y fue observado?
Vio sonrisas por él y no hacia él?
Nombró con el silencio?
De qué cielo llegaba?
Escribió cartas?
En qué idioma dijo, señor no puedo más?
Era extranjero acaso?
POEMA
Antes de ya no verte
te regalo los ojos donde estaban
cuando te vi.
Las palabras salvadas que atropellarán otras
cuando llegue la muerte con su tierra,
sus labios sin nada, sus lágrimas sin nada,
su paz sin nada.
Te regalo el espacio de la sobrevivencia
que se quede de mí,
ese pueblo con árboles y ríos,
el puerto y su inmigrante
desvelado de asombro.
Y antes de otros olvidos
sin firma, ni testigos, ni notario
la belleza que pasa apresuradamente
como una mariposa por la vida del tiempo,
el Cirque du Soleil con que interrumpo
el mundo, por ejemplo
la biografía de Cesarea Evora, que canta…
Y te regalo eso de andar diciéndote lo mismo
día y noche de lunes a domingo
siempre decir lo mismo
sin decirlo
porque lo sabés todo, como el sol y la luna
para que no se pierda
PEQUEÑA COSA
Si no tuviera alas como tiene
si no hablara y cantara
si no fuera de fiesta de velorio
si no amara tus piernas como ramas de un niño
si no tuviera acaso componentes políticos
estaría diciendo que el corazón
es sólo el corazón
no esta mancha que cambia pasos bodas y viajes
no este pájaro huido que carga una maleta
pesada como pueblo
no esta sombra que emigra en mala hora
qué va.
POEMA
Fue de noche, tan frío, entre columnas anchas
después de habernos dado en la boca
en los dientes
como un temblor nos vimos,
había tanto y poco como en este presente
pasado sin saber.
Recogimos vestido para el viaje,
resistente vitualla, zapatos que duraran
la pasión del camino, días y noches semejantes.
Nos llevamos las cartas, los planos, embarcamos
y nunca imaginamos que aquellas pertenencias
fundarían ciudades, darían hijos, vientos,
estaciones de lluvia.
Aquello que era apenas una ilusión formada
a orilla de tu cama –donde pasan los ríos de un país–
crearía un delirio jamás domesticado.
Nunca pensé que fueras un espesor de sombras
que turbara los ojos,
el matiz de una ausencia que no puede escribirse.
Pasamos turbulencias, el azar intrigaba
yo tenía gitanas en mis manos
cruzaban por sus líneas
y eran como el olvido
que venía a buscarnos
y nunca supo nada de nosotros.