Alfredo Martín*, “Pessoa escrito en su nombre”, en Andamio´90
Entrevista de LUIS RAÚL CALVO
“La obra de teatro plantea un último e imposible encuentro en la vida de Fernando Pessoa con sus heterónimos”
G.A.: ¿Por qué elegiste a Fernando Pessoa para tu último trabajo de dirección?
A.M.: Se trata de un trabajo de dramaturgia y de dirección, que se hallan estrechamente unidos, en realidad. Considero que la figura de Fernando Pessoa encarna un lugar original y poco frecuente desde el punto de vista intelectual y filosófico. Por un lado este poeta, escritor, ensayista y periodista construye una imagen muy potente respecto de lo ficcional, aquello que materialmente no está presente, pero cuyos efectos se perciben en el universo de forma metafísica. Esta “ficción verdadera”, según sus propias palabras, sitúa lo onírico y lo imaginario en el mismo plano que la realidad más cotidiana. Por otro lado, su perfil de hombre desapercibido y gris, empleado de una empresa de importación y exportación, con un destino rutinario y, que a la vez escribe (casi compulsivamente) por las noches, en su cuarto de pensión, va construyendo una obra que le surge, como si fuese dictada durante el insomnio, a la manera de un intérprete que no puede sino doblegarse ante tamaña tarea. De esta forma, logra un lenguaje artístico magnífico y depurado, en medio de un orden biográfico simple y cotidiano.
Las repetidas estrofas de uno de sus más logrados poemas, Tabaquería, atribuido al heterónimo Álvaro de Campos: “No soy nada, nunca he sido nada, no puedo querer ser nada, aparte de eso tengo en mí todos los sueños del mundo (…)” plantea conceptos tan inusuales en estos tiempos modernos que vivimos, donde los mandatos culturales y sociales parecieran reducir la vida a una presencia deslumbrante y acabada, donde el éxito y la realización personal no admiten tibiezas, dudas, ni tampoco contradicciones.
Por último, la creación tan contundente como arrasadora de esas “entidades”, alter egos, llamados más tardíamente heterónimos. Son auténticas personalidades, en las cuales se desdobla su yo, para trabajar articuladamente entre ellas, produciendo no solo una obra o varias obras, sino una compleja trama de material literario de una intensidad y un estilo por momentos inclasificable. Esto pone de manifiesto una cabeza con videncias psíquicas, donde el yo no permanece único ni indivisible, como quisiéramos los seres presuntamente normales y civilizados. Fernando Pessoa, a la manera de Arthur Rimbaud, alcanza lo desconocido aun pasando por el desarreglo de todos los sentidos, hasta poder experimentar ese concepto vertido por el escritor francés: “Yo es otro”, que en este caso sería no solo diferente, sino múltiple y también plural.
G.A.: ¿Qué aspectos de este notable poeta te interesaron resaltar en la obra?
A.M.: La obra de teatro plantea un último e imposible encuentro en la vida de Fernando Pessoa con sus heterónimos. El escritor portugués, con su enfermedad y su padecimiento a cuestas, intenta ordenar su inmensa y heterogénea obra, preservada en un viejo baúl. Esta puesta parte de su “drama en gente”, como él lo llamaba y permite que los personajes de su invención, estos otros yo, tomen la palabra y lo desafíen. En este espacio surrealista discutirán sobre el amor y sobre la muerte, poniendo en juego sus diferentes perspectivas, y distintos estilos de escritura, pero más que nada reflexionarán sobre el sentido de la vida.
La idea de una convivencia, un universo de pensamientos imaginarios, contenidos oníricos y reminiscencias, sensaciones, trazos de una vida no vivida, y las experiencias reales que se suceden e intercambian generando un espacio con una poética con caracteres propios, tan peculiar como universal, de manera que hoy podemos hablar de lo pessoneano, tal como designamos a lo borgeano o lo kafkiano.
La confrontación entre una obra colosal por su contenido, talento e ideología y al mismo tiempo una biografía donde se consolida un estado de renuncia a las adquisiciones materiales, un afecto por la contemplación de la vida, como si esta fuera un escenario.
La inclusión en medio del debate de ideas, y la proximidad de la muerte, de una historia de amor inconcluso, como lo fue su relación con Ofelia Queiroz. Esta mujer irrumpe en la escena sin estar invitada, desea comprobar si aquel hombre a quien amó y quien la terminó dejando, para consagrase a un destino que el entendía como superior: la literatura, efectivamente consiguió realizar su cometido.
G.A.: Pichón Riviere refiriéndose a Van Gogh y a Artaud señala que en estos dos grandes artistas considerados como “locos” hubo momentos de lucidez significativa que les permitió a pesar de sus problemáticas de personalidad dejar una gran obra artística. ¿Pensás que el caso de Pessoa guarda algún grado de similitud con los otros dos?
A.M.: Podemos hablar del “caso Pessoa” por un lado, ya que el escritor fue tratado como un loco, y exponía ciertas conductas excéntricas. Además estuvo internado un tiempo en una clínica por una patología psiquiátrica. Y el mismo se auto diagnosticaba rotulándose como histérico neurasténico, ya que leía a Sigmund Freud y de hecho, publicó un tratado extenso e interesantísimo sobre Genio y Locura, donde aborda ambos temas. Pero la complejidad de la invención pessoneana es tal, y tan atractiva como irrebatible su lógica, así como amplio el dominio que ejerce sobre ella, que se inscribe en el ámbito elevado de los actos sublimatorios, llegando a la genialidad. Y no todos los pacientes pueden lidiar con su padecimiento y realizar con eso, tamaña obra de arte, un atributo de pocos que llegan a la hazaña.
G.A.: ¿Hasta cuándo estará en cartel “Pessoa escrito en su nombre”?
A.M.: En principio estaremos en cartel durante tres meses y si el público nos acompaña podremos continuar haciendo funciones. Estamos muy entusiasmados con la obra y con el hecho de que, si bien presenta la vida y obra de Fernando Pessoa, no es necesario conocerlo para disfrutar de ella, ya que es un acontecimiento eminentemente teatral. Hay una dramaturgia que opera con un conflicto muy claro, y escenas de situaciones dramáticas y peripecias donde el espectador se va a identificar sin dudas.
G.A.: ¿Algún proyecto para el futuro cercano?
A.M.: Continuar con “Frankenstein, la criatura sin nombre” junto al grupo de jóvenes Los Gascones, que va los domingos a las 19 hs también en Andamio 90.
También se repone por cuatro funciones “Como si fuera un Crimen”, la obra sobre el universo de Roberto Arlt, con la que estuvimos haciendo temporada el año pasado. Ahora en una sala del Banco Credicoop en La Plata 1435 CABA el 4, 11, 18 y 25 de abril a las 21hs.
Y estoy empezando a investigar algo sobre el mundo del escritor Horacio Quiroga y su literatura plantada en medio de la selva. Esa idea que manejaba de que la libertad del hombre se juega luchando contra la naturaleza con una férrea voluntad, pero es un proyecto que aún está muy en pañales.
*Alfredo Martin: Dramaturgo, director, actor y docente; Psicoanalista y Psiquiatra. En su rol de dramaturgo y director, presentó una multiplicidad de propuestas, siendo las últimas: “Díptico Kafkiano”, sobre el cuento “La Metamorfosis” y la novela “El Proceso”, de Franz Kafka (Teatro Del Borde, Año 2014); ”Frankenstein”, “La Criatura sin Nombre”, sobre la famosa novela de Mary Shelley (Teatro Andamio 90, Año 2014); “Como si fuera un crimen”, sobre diferentes relatos de Roberto Arlt (Teatro Pan & Teatro – Andamio 90, Años 2013 y 2014); ”Todo Disfraz Repugna a Quien lo Lleva”, sobre cuentos de Silvina Ocampo (Teatro del Borde, Año 2013) -pieza nominada en “Mejor Dirección” para los Premios Luisa Vehil-; “Niños de Madera”, inspirada en Pinocho de Carlo Collodi, interpretada por el grupo de actores adolescentes Los Gascones (Teatro Andamio, Año 2013) -pieza premiada en el marco del Festival “Vamos que venimos” y Nominada en “Mejor Dirección” para los Premios Florencio Sánchez-; “Dirán que fue la Noche”, sobre poemas de autoras Rioplatenses (Teatro La Scala de San Telmo, Año 2013); “Lo que llevo de ausencia”, sobre el cuento “A la diestra” de Haroldo Conti (Teatro del Borde, Años 2012 y 2013) -espectáculo nominado para los premios “Mundo T” en dramaturgia y dirección y para el “Teatro del Mundo/ UBA” en dramaturgia; Declarado de Interés Cultural de la Municipalidad de la Ciudad de Chacabuco.
Participó entre otros del Festival Escena 2011 y del Festival Internacional Gombrowicz, Radom, Polonia.
(Entrevista realizada en Abril de 2015)
“Pessoa, escrito en su nombre”
Ficha Técnica: Dramaturgia: Alfredo Martín, basado en diferentes textos y en la vida de Fernando Pessoa. Intérpretes: Marcelo Bucossi (Fernando Pessoa), Dolores Pérez Demaría (Isabel), Leonel Dolara (Álvaro de Campos), Mariano Scovenna (Alberto Caeiro), Daniel Begino (Ricardo Reis), Lorena Szekely (Ofelia Queiróz); Escenografía e Iluminación: Gonzalo Córdova; Asistente de Escenografía: Isabel Gual; Diseño de Sonidos: Mariano Schreier; Vestuario: Jessica Menéndez; Fotografía: Sol Atta; Producción: Graciela Gallo; Diseño Gráfico: Gustavo Reverdito; Make up: Eugenia Marana; Asistente de Dirección: Cinthia Demarco; Dirección: Alfredo Martín; Duración del espectáculo: 75 minutos.
Sinopsis: Fernando Pessoa al final de su vida, se reúne en una casa de salud con los personajes de su invención, su “Drama en gente”. Mientras el escritor intenta dejar organizada su colosal obra literaria, lo visitan, el mundano Álvaro de Campos; Bernardo Soares, ese empleado de comercio taciturno; el maestro fallecido Alberto Caeiro; el médico exiliado Ricardo Reis, con sus ideas monárquicas y el filósofo loco Antonio Moura, entre otros. Un encuentro metafísico y espiritual al que se agrega la mujer a quien amó: Ofelia Queiróz, ella irrumpe sin ser invitada para despedirse de su compañero y amante. A un paso de lo desconocido, se van ajustando algunas cuentas pendientes. Un debate poético sobre el amor y la filosofía pero, más que ninguna otra cosa, sobre el sentido de la vida.