La Llave de la Caverna
Subversión
Demasiada sangre
bajo estas líneas de tinta
como el pasado irreversible
bajo las líneas del tiempo
demasiadas cicatrices
el aullido de la piedra
por debajo nuestros pasos tranquillos
demasiado frío
bajo tu brazo caluroso
bajo esta línea delgada
trazada en mi cuerpo
demasiado llanto
bajo la sonrisa floreciendo
en corderos y campos
demasiados cortocircuitos
bajo los pajaritos
bajo el equilibrio
bajo los cheniles del aire
estrellándose.
Más viejo
Era la tristeza husmeando
sus raíces
en las cosas santas
e incomprendidas
un pensamiento de mármol
me miraba como una serpiente
en el silencio, detrás
de surcos de arena
sobre el pecho del soldado de césped
estaba yo velando
El abrazo del alma
Qué extraña historia
es de noche una vez más
y la tormenta no me ha alcanzado
un rayo de sol será suficiente
para que nosotros traspasemos
el fin del mundo.
Daniel Marián
(Rumania)
Traducción: Flavia Cosma
Caballos y Acuarelas
Caballo alado.
Caballo que cabalga en su vuelo final
Vuela y atraviesa el frío confín.
Es eterno el viaje.
Sortilegio que
atraviesa el agudo grito
y aviva
la danza increíble
Caballos y acuarelas
Confusos colores superpuestos
donde se eleve el aire .
Imposibilidad del Alma
Hoy
No puedo ni siquiera
hilvanar un verso.
Por eso he decidido
abrir el vaivén del péndulo
y detener el tiempo un instante
en la invisible piel del calendario.
Tal vez
te he dicho mil veces
o ha estado permanentemente
en mi silencio
ese inútil afán
que,
a los cristales
enmudece …
Martha Vargas
(Mar del Plata)
Mutación
Estoy convencido de que mi cara
tenía rasgos sostenidos,
jamás había notado discontinuidad alguna
donde hoy reina el desconcierto.
Ahora que desnuda sólo mi futuro
y oculta cuidadosamente la ternura.
Acaso
Acaso seamos la suma
de todo lo que hicimos en la vida.
Pero lo que dejamos inconcluso,
las cosas que no crecieron
al abrigo de nuestros propios sueños,
nos miran desde abajo:
como esas costras de tierra
que el cordón de la vereda
tolera con desgano.
Poeta Argentino
Yo nunca he abandonado mi Sicilia;
un día “me llevaron de la mano”.
Rehuyendo la aventura
quería quedarme con las piedras de mi barrio
en aquel jardín
que nos enseñaba a silbar
las obras de los más grandes creadores.
Ese era mi carbol.
En cambio me convertí en poeta argentino.
Pero hay quien descree de ese apelativo.
Mis raíces se enredaron en el mar;
seguirán siendo náufragas
en una infinitud de aguas sin sosiego.
Antonio Aliberti
(Poeta italo-argentino,1938-2000)