Roberto Díaz (1938-2011) Poetas en Generación Abierta (2)
Malas Noticias
Hoy los diarios renovaron catástrofes
y horrores
que mancharon la corbata del señor
y derramaron el zumo de naranjas.
Hoy los diarios se remitieron a contar
historias
que cubrieron de sangre la cocina
y hasta la cafetera rompió en llanto.
Hoy, sentado al borde de la silla,
mientras miro una calle que no es mía
y la gente que pasa,
mojo una medialuna en el café
y doy vuelta la página;
un niño en la plaza
lanza a navegar su barco de papel;
desaparece el último crimen pasional
y hasta el discurso del primer ministro;
la inocencia derrota a los malos.
Hay otro cielo por un rato.
Poema
Cualquiera puede caer sobre una cama.
Pero tú caes y pareces una estrella fugaz.
Cualquiera puede hablar cuando ama.
Pero tu amas y pareces Juana de Arco en la Hoguera.
Cualquiera puede poblar tu mundo.
Pero tu mundo tiene niños azules y bailes de luciérnagas.
Cualquiera puede hacerte reír.
Pero tu risa hay que buscarla con brújulas doradas.
Cualquiera puede ser como yo.
Frágil y hermético, taciturno y vasto.
Pero tú me elegiste
para ser ese mundo que te perturba y anda.
Cualquiera puede ser mujer.
Pero nadie pondrá tanto fuego<br>
ni tanto verdor
ni tanta gracia
en alcanzar la vida.
En seguir aspirando a ser cigarra.
Cisnes
¿Recuerdas esa historia de los cisnes
que forman pareja de por vida?
Una sola hembra, invariable,
un solo macho
hasta el día de la muerte acuática.
No hay cielo que pueda cobijar esa ausencia.
No hay lago que pueda fondear ese dolor.
Acaso ¿nos parecemos a los cisnes?
Tú te deslizas con suma gracia.
Mi cuello hace arabescos, de vez en cuando.
Andamos por los parques en otoño
y nos apareamos con una ilusión de eternidad.
¿Nos parecemos a los cisnes?
V
Tu voz me habló
y una legión de ecos
me vistieron el día.
Y de allí en más
la vida se pobló de murmullos,
de palabras eternas y desconocidas.
Era el idioma universal
tus labios;
la sintaxis perfecta.
¿Qué misterioso don tiene tu boca
para que acuda mi silencio
y beba
con una sed de siglos,
como el último eremita loco?
Y tus frases no son discursos patrios
ni promesas fastuosas.
Y tu sonido no se parece a un arpa
ni tu palabra abre los cielos.
Pero la escucho como un río
que me baña
infinidad de piedras viejas
y la atrapo como si fueran peces de colores
y le preparo espacios en el aire
con obsesión ecologista.
Ah, ese oxígeno, ese viento purísimo
que despeina hasta el alma
y me deja extasiado mientras tus letras pasan
y tus labios se abren y se cierran
y son la tierra prometida.
Recuerdos
Mi padre viene, a veces,
pero no trae palabras.
Lo acompaña la lluvia
mientras me mira desde un lugar desconocido.
Me despierto bufando contra la noche
irritado con el dolor,
desconfiando de este destino de estar todavía aquí,
sudando, con el miedo en los párpados
y una mano que tienta el aire como un ciego
dejando una caricia definitivamente inútil.
No es bueno recibir a los muertos
en nuestro propio cuarto;
no es bueno despertarse sin saber
en qué sitio se hospedan los fantasmas.
Mientras no sé de qué lado del sueño estoy,
mi padre deja un cigarrillo encendido en la mesa,
una canción desafinada en el patio,
un niño entre las piernas,
un olor inconfundible
a recuerdos…
Roberto Díaz: Nació en la ciudad de Avellaneda (Provincia de Buenos Airees, Argentina) en 1938. Poeta y Letrista. Falleció en el año 2011.
Fue sub-director del diario “La Ciudad” hasta el año 2003 y traductor de habla inglesa.
Ha publicado diez libros de poesía. Su obra poética figura en diversas antologías del país y del exterior.
Entre sus premios más significativos, cabe consignar el Primer Premio “Carabela de Oro” en Barcelona, el que le otorgó la revista italiana “Silarus”; el Premio Internacional de Prensa “Rigoberto Cabezas, en San José de Costa Rica; las Menciones Especiales de los Premios Municipal y Nacional de Poesía y el premio al Mejor Columnista en Temas de Interés General que recibió en 1998 del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires.
Asimismo ha obtenido premios en su condición de autor de canciones.
