María Teresa Andruetto*
“Lo que sostengo es la importancia de la soberanía de la lengua, el derecho a la singularidad de nuestras hablas y el valor de la diversidad idiomática…”
Entrevista realizada por: NORA PATRICIA NARDO
G.A.: María Teresa, ¿podrías contar para Generación Abierta cómo surgió tu interés por la literatura y si hubo alguna persona (familiar, docente) que estimuló este interés?
María Teresa Andruetto: Aunque vivíamos en un pueblo y nuestra vida era modesta y un escritor o un editor eran perfiles muy lejanos, desconocidos e idealizados, de personas que vivían en la capital del país o tal vez en otros países, hubo si un ambiente propicio, en el sentido en que me crié en una familia donde los libros eran muy importantes y también eran muy importantes los relatos de todo orden. Mi mamá particularmente tenía un oído muy sensible a la música de la lengua (aun para las conversaciones más sencillas) y era conmovedora su voz, muy cálida, y la forma que encontraba de trasmitir lo que habían vivido ella o los suyos, los que habían estado antes.
G.A.: ¿Quiénes fueron tus referentes literarios que te ayudaron a encontrar tu propia voz?
María Teresa Andruetto: Me parece que siempre estoy buscando, en mi misma y en otros, ese inapresable que es la lengua madre. He leído mucho, lecturas de todo orden y género y no siempre lo leído deja marca en lo que uno escribe, pero hay algunos autores o zonas que –por su escritura y a veces también por sus condiciones vitales- siento como pivotes en los que me he ido sosteniendo por el camino. Entre los poetas, para ir solo a esa zona de mí, nombraría a Cesare Pavese, Circe Maia, Beatriz Vallejos, Marina Colasanti, Adelia Prado, Rodolfo Godino, Glauce Baldovin, Diana Bellessi, Eugenio Montale, Viel Temperley, Sophia de Mello Breyner, algunas poetas militantes norteamericanas como June Jordan o Adrienne Cecile Rich y muy especialmente la poesía del cancionero popular argentino y la tremenda poesía de nuestros tangos.
G.A.: Has transitado los diferentes niveles educativos, como docente y capacitadora: ¿qué preguntas les formularías a aquellos adolescentes y jóvenes que quieren acercarse al mundo de las letras a través de la escritura.?
María Teresa Andruetto: He acompañado muchos procesos de escritura, tanto de poesía como de narrativa y trabajé muchos años –de algún modo lo hago todavía- en la construcción de una sociedad (mas) lectora. ¿Qué le diría a quien quiere escribir?, que siga su deseo, que vaya en busca de su propia cosa, que entretanto lea, escuche la música de lo que lee, se interrogue acerca de eso que lee, que en el mientras de otras ocupaciones vitales, escriba. Si puede, que haga algún tránsito por un espacio de taller, eso muchas veces acorta el camino y sobre todo permite escuchar y ser escuchado. Y que no espere nada de eso, nada más que la escritura misma. Es probable que algo llegue de todo eso, de un modo u otro, pero que no lo espere.
G.A.: Escribir en estos tiempos literatura infantil representa seguramente un desafío, debe ser difícil competir con los medios audiovisuales a los que los niños están en contacto desde muy pequeños. En esta segunda década del siglo XXI, los cuentos han cambiado de formato para adaptarse a estas nuevas subjetividades…
María Teresa Andruetto: Creo que, tanto en los libros para niños como en los para grandes (división, limite, siempre extraño y, de algún modo, artificial) y tanto en la poesía como en la narrativa, la magia se produce cuando quien escribe logra entrar/ estar enteramente en lo escrito. De modo que quien escribe para chicos, más que racionalizar acerca de nuevas subjetividades, debe mirar y mirarse. La literatura, cualquiera sea su género y su zona de lectores, es un artificio hecho de palabras, y si es verdadero el camino (digo, si se hace sin segundas intenciones) de ahí saldrá una revelación personal, transitoria y única, una revelación que no siempre será políticamente o socialmente correcta. La verdad humana de un personaje, uno entre nosotros, ni mejor, ni peor, pero singular.
G.A.: Entonces podrías decir que los medios audiovisuales no han restringido el público lector de los niños…
María Teresa Andruetto: Las formas de leer y los soportes han cambiado, pero por el camino de la escuela, diría que en líneas generales hoy hay más chicos que ingresan a la lectura que en otros tiempos, me refiero a algunas décadas atrás, creo que en general y en relación con la escuela hay un crecimiento de la importancia de la lectura en el transito por la educación formal.
G.A.: Hemos leído que has dicho que las secuelas y consecuencias que nos ha dejado la última dictadura cívico-militar es un tema que aún te preocupa y que aparece reflejado en algunos de tus escritos…
María Teresa Andruetto: Sí, claro, mucha de mi escritura va hacia esa zona, pienso que es porque esos (la década de mis veinte años) fue el tiempo de mi formación, entonces hacia ahí han ido particularmente las novelas La Mujer en Cuestión, Lengua Madre y Los Manchados, también algunos cuentos de Cacería y de No a mucha gente le gusta esta tranquilidad, y algunos libros para niños como El País de Juan y un relato incluido en Quien Soy. En la poesía ha aparecido menos, no sé por qué, donde lo veo más presente es en el poema Los hermanos García, de Sueño americano (Caballo negro, 2008), sobre lo que llamaría mi exilio interno en el hotel de citas de tres hermanos que me/nos cobijaron en aquel tiempo.
G.A.: La temática de género ha tomado relevancia en los últimos años y vos también la abordás. El colectivo de mujeres ha producido un fenómeno socio-cultural muy importante en el mundo y en Argentina en particular. ¿Cómo lo ves vos desde tu óptica?
María Teresa Andruetto: Lo veo como una de las mejores cosas que están sucediendo socialmente en estos años. Ver tantas mujeres jóvenes, de distintas condiciones sociales y culturales y regionales, luchando por sus derechos, por el derecho a decidir sobre los cuerpos, todo en ese camino que va de lo personal a lo social, de lo íntimo a lo público, me parece extraordinario. También una forma de recuperar –en lo social- sentidos existenciales, de encontrar causas de lucha y de libertad.
G.A.: María Teresa fue un honor que nos representarás en el cierre del Congreso Internacional de la Lengua Española que se realizara este año en la provincia de Córdoba; implicó de tu parte una alta cuota de valentía al exponer tus principios y posición en discrepancia al tema del idioma planteado desde la organización del mismo. ¿Qué nos podés decir al respecto?
María Teresa Andruetto: Bueno, lo que allí dije, más desarrollado, es lo que de modo más escueto o ante grupos pequeños sostengo desde hace años. En todo caso, lo nuevo, fue aceptar el desafío y poder decirlo ante muchos “en la casa del otro”, es sobre todo eso, me parece, lo que tanto impactó. Expresar la disidencia, la diferencia, la oposición incluso ante muchos, en la casa del otro y de un modo –eso me interesaba especialmente- con un cuidado de las formas que contribuyera a pensar.
G.A.: Para quienes no han tenido la oportunidad de leer o escucharte en el cierre del Congreso Internacional de la Lengua Española, ¿nos podés ampliar qué es lo que venís sosteniendo hace años acerca del tema del idioma?
María Teresa Andruetto: En líneas generales, lo que sostengo es la importancia de la soberanía de la lengua, el derecho a la singularidad de nuestras hablas y el valor de la diversidad idiomática, entendiendo que todo ello es la única manera de mantener vivo el castellano en una comunidad tan grande de hablantes. La uniformidad lleva al deterioro, lo estandarizado hace perder la identidad, la escritura pierde ahí su vitalidad. Finalmente, la conciencia de que la lengua es también un recurso económico y que, si lo es, sería importante que esos recursos pertenezcan a todos los países que la hablan.
*María Teresa Andruetto (Arroyo Cabral, Córdoba, Argentina, 26 de enero de 1954) es una escrito-ra argentina.
En el año 2012 recibió el premio Hans Christian Andersen, otorgado por IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil) y considerado “el pequeño Nobel de la literatura”.La construcción de la identidad individual y social, las secuelas de la dictadura en su país y el universo femenino son algunos de los ejes de su obra. Publicó las novelas Tama (Alción, 2003), La mujer en cuestión (De Bolsillo, 2009) y Lengua Madre (Mondadori, 2010), las nouvelles Stefano (Sudamericana, 2001), Veladuras (Norma, 2005) y La niña, el corazón y la casa (Sudamericana, 2011), el libro de cuentos Todo movimiento es cacería (Mondadori, 2012), los libros de poemas Palabras al rescoldo (1993), Pavese (1998), Kodak (2001) y Beatriz (2005) en Ediciones Argos, Pavese/Kodak (Del dock, 2008), Tendedero (CILC, 2010) y Sueño Americano (Caballo negro, 2009) y numerosos libros para niños y jóvenes, entre los que se encuentran: El anillo encantado (1993), Huellas en la arena (1998), La mujer vampiro (2001), El País de Juan (2005), El árbol de lilas (2006), Trenes (2009), El incendio (2009), Campeón (2010), La durmiente (2010), Solgo (2011) y Miniaturas (2011).Interviene desde hace treinta años en el campo de la literatura infantil donde trabajó en la formación de maestros, fundó centros de estudio y revistas especializadas, dirigió colecciones y participó en planes de lectura. Es profesora invitada en numerosos espacios de formación de grado y posgrado y autora invitada en congresos, seminarios, ferias y jornadas, en su país y el extranjero.