CRÍTICA: LIBROS: ” Parir´Me”, de Juliana Calvo
“Parir´Me “, de Juliana Calvo (Ed. “Dunken”, Buenos Aires, 2021)
El título que elige Juliana Calvo para su libro, nos genera una profunda expectativa, dado que la semántica utilizada para conferirle origen a su obra, nos alerta, nos da cuenta de estar frente a un texto escrito por quien comienza a transitar el sendero de una deconstrucción personal, intelectual, afectiva.
El enunciado que adopta para su obra nos invita a repensarnos, a interrogarnos. El significado de parir intuitivamente lo asociamos a las mujeres, a las personas gestantes, pero la poeta va más allá, el simbolismo que le otorga a algunos de sus poemas, nos muestra esa línea fronteriza, intrínseca de la que se apropia el ser humano. Aunque en la última parte de su texto, ella se empodera, se corre de ese límite lindante, que intentan imponernos a las mujeres, para poder reinventarse en palabras de ella: Sin pedir permiso, sin pretexto alguno.
La primera parte del libro, manifiesta una ligazón afectiva muy fuerte con su primera obra: Detrás del Umbral de la Existencia, el recuerdo de su abuela paterna cobra presencia en varios poemas, más allá que su nombre abrace el silencio protector que la poeta le otorga. En ellos, evoca su mirada, sus diálogos de madrugada, su aroma, su complicidad, todo aquello que se ha inscripto profundamente en Juliana niña, adolescente, mujer, poeta.
El encuentro con su abuelo materno, quedó aquietado por aquella partida inesperada, la que se materializó en su obra El mate que no fue, quizás como una despedida inconclusa.
La dedicatoria del libro a las mujeres de la familia, pone en valor las historias de décadas de silenciamiento, las que se inscriben en la piel de la poeta, las huellas que ellas han dejado maternando sus sabidurías, sus luchas, sus emociones, las que se transmitieron en las distintas generaciones, y que se cobijaron en el universo de esa gran casa.
Parirme, le posibilita a Juliana hacer un análisis existencial de su primer libro (el que ya mencionamos en los párrafos anteriores), quizás, sin quererlo se propone avizorar un proceso interior, de introspección hacia la muerte. El desplazamiento visual de sus versos acentúa la inexistencia de lo tangible, ese sitio donde ya no hay prontitud, pero hay paz. El juego poético visual, refuerza el corpus de su obra, en ella, el ser humano queda atrapado en un bello y sinuoso laberinto, ese, de donde no podemos escapar, porque está inmerso en lo desconocido, en lo efímero, donde solo existen los deseos, o las preguntas, donde las diferencias son difusas y los significados se diluyen, quizás, porque la resurrección, es sinónimo de reconstrucción. Esta última palabra, entre sus versos, oscila entre lo palpable y lo inasequible, sobrevuela como una constante en las páginas que construyen el espíritu de su libro.
Los vínculos afectivos son sustanciales en su texto, son parte de su universo, el que visibiliza sin veladuras, sin temor a desnudar su alma. En él, nos habla de sus ancestros, pero también evidencia y bucea en sus orígenes más cercanos: la fortaleza de su padre constituye un referente sólido, no solo en su figura, también en su obra, en esa herencia, ella se detiene, se sumerge en su espíritu y decide como él, evocar al viejo sabio.
Su madre forma parte de esas mujeres a las que ella dedica su libro, por sus convicciones, sus logros, por despatriarcar preceptos, que coinciden con ese cuerpo gestante, que maternó siete meses, a quien la autora le agradece por la posibilidad de la existencia.
Detrás del Umbral, son las dos primeras palabras del título de su primer libro, las que se desplazan en las distintas carillas de este nuevo texto, seguramente, esas voces que se resguardan Detrás del…., es el sello que posibilitó la búsqueda de su identidad intelectual, emocional, creadora, la que cobró fuerza en cada sitio de la antigua casa. Juliana la recorre, aún en los territorios más recónditos, los que abrazaron su niñez.
En parte de su poemario nos habla del amor, en uno de ellos nos dice: Sumergirse a la adrenalina deseada, impulsar su tiempo, sus ganas. Revolver, bucear. Un sentimiento dinámico en el amor, que indaga y se entrega, aunque una veladura aterciopelada, sea usada de escudo.
También se remonta a Adán y Eva en el paraíso, de ese paraíso se nutre, se hunde y vuelve a la superficie, el vacío existencial sigue presente y en él, ellos conviven. La poeta nos habla de la libertad, la que refuerza en su verso: el velo se cae, lo que comienza a suponer, que estamos frente a una mujer desnuda, liberada de antiguos mandatos.
¿Será un deseo personal la caída de ese velo? ¿Quizás, tema quedar atrapada entre el querer y deber ser?
En palabras de María Florencia Freijo*, en su libro (Mal) Educadas: El concepto de mujer- sacrificio está arraigado a esta idea que a veces sigue vigente de que las mujeres tenemos un tesoro, algo que los hombres desean, pero que la buena mujer debe reservar al indicado.
La raíz intrínseca de este concepto, ya forma parte de lo cotidiano, del que Juliana se quiere correr y tomar distancia. Los legados de la sociedad dominante quedan atrás en este libro.
Parirme, es un texto muy personal, genuino, en él, Juliana alza su voz en pos de la deconstrucción, va recorriendo su propio camino y se resguarda del tiempo necesario para comenzar a dejar atrás antiguas ataduras, roles y mandatos impuestos también en su generación.
La poeta fue atravesada por historias inconclusas que ella recoge, las trasforma y las hace propias, hoy son parte de esta nueva etapa, la que quiere compartir con quienes tengan en sus manos su libro.
Juliana, pareciera no tener más la carga de ese velo que la asfixiaba, lo dejó allí, guardado en el antiguo cofre.
Sus versos se desplazan en la textura del papel, en él, quedan los vestigios de su enigmático secreto, el que se esconde detrás de aquel umbral, el que ahora sí, comienza a desvanecerse. Se apodera de la sabiduría, de esas grandes mujeres, las que les confirieron las fuerzas necesarias para comenzar a volar.
Entre algunas de las acepciones que le podemos otorgar al uso de la verticalidad, en la construcción de algunos poemas, se destacan la elevación espiritual, la solidez de las construcciones físicas, de quienes se atreven. Fuertes cambios se avecinan.
En la última parte del libro, hay una dedicatoria a cinco grandes mujeres, luchadoras, pensantes, las que trascendieron sus propias fronteras, en su mayoría conocidas por las luchas por los derechos de las mujeres, por ser feministas en un mundo impensado para su época.
La fuerza, los interrogantes y las reflexiones, que partieron de ellas, se transfirieron a Juliana, otorgándole a su poesía las necesidades propias, como ella dice: me trasformo, me descubro, me convierto. La poeta no hace más que gritar suave, pero sólidamente a sus lectores / a sus lectoras, que dejó atrás viejos mandatos, para empezar a parirse públicamente, porque esa deconstrucción comenzó lenta y tímidamente hace unos años, cuando se inscribió en su propia piel, el enunciado título de su obra.
Juliana comienza a través de su nuevo libro a consolidar una posición frente al mundo, a hacer suyo el legado de ellas, sus referentes, recordando a Simone de Beauvoir: El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente. Es en Parir´me donde la autora comienza a hacer suya una lucha colectiva, la que tímidamente nos comienza a develar, haciéndose ecos de las narrativas contemporáneas que hoy nos abrazan. La palabra “feminista”, quizás aún no se anima a pronunciar, por lo menos en este corpus, pero el concepto está ahí, latente, asomándose en cada gesto. En su título, está implícito, quizás con más fuerza que la semántica de su propia palabra.
Parirme, implica otra forma de pararse frente al mundo, es abolir viejas ataduras y disciplinamientos, los que se construyeron para dar cuerpo a ese velo antes mencionado, que Juliana hace tiempo y quizás sin saberlo, dejó atrás.
Lic. Adriana Gaspar
*María Florencia Freijo: “(Mal) Educadas” (Ed. Planeta, Buenos Aires, 2020)
Poema X
A mi abuelo Joaquín
El mate que no fue
pregunta por nosotros
no sabe deducir
la tan terrible causa.
El mate que no fue
da consuelo a la pava
que se quedó esperando
al fuego la llevaran
El mate que no fue
me contó de tu risa
alegró mi recuerdo
le dio vida a mis días.
El mate que no fue
(es una paz sublime
un dolor en el alma
un abrazo a la vida…)
(el mate que no fue,
no tuvo
que haber sido)
Tu intención,
es un tierno recuerdo
de aquel mate, que no fue.