Ana María Alonso Zagari

Por Luis Raúl Calvo

Ana María Alonso Zagari actuó en el. Auditoria Birabén a los 15 años, en un programa dedicado a Roberto Schumann, autor del que estudió toda su abra pianística.
Desde entonces sumó sus esfuerzos a la docencia musical a los conciertos y a le composición -alumna dilecta de Alberto Ginastera-. Creó Coros y Conjuntos Orquestales  de estudiantes luego de sus cursos de Dirección de Coro y Orquesta en el Teatro Colón. Egresada del Conservatorio Nacional en Piano Sup.-cáte­dra de Lia Cimaglia Espinoza- y en composición cátedras de Floro M. Ugarte, Gilardo Gilardi, Athos Palma y Carlos Suffern. Obtuvo becas y premios en el país y en el extranjero. Actuó en T.V. Educativa (1968-1973) y es especialista en Medios Audiovisuales desde 1970. Fue gestora y organizadora de los ciclos musicales del Colegio Nacional Bartolomé Mitre (1976-1983).
Actualmente ejerce la Dirección Artística de la Fundación Acuña Birabén, presidida por Eduardo Birabén (h) y la Dirección General del nieto del fundador Ing. Luis Eduardo Acuña Birabén con sede en Larrea 740 Buenos Aires.
Resta cotar qua Ana María Alonso Zagari es una excelente persona, y de una sensibilidad muy particular por todas las manifestaciones artísticas.
A continuación, una entrevista que “Generación Abierta” le realizó en su domicilio.

G.A.: ¿EN QUE MOMENTO DE SU VIDA SE PRODUCE EL PRIMER ACERCAMIENTO A LA MUSICA?
A.M.A.Z.: Mi acercamiento a la música depende de mi familia. Mi madre ejecutaba el piano. Desde los cuatro años demostré muy buena afinación y dotes para cantar, con parte de la conocida “Pandilla Maryliñ” que actuaba en radio. Luego, a los 11 años, comencé a estudiar con una profesora del Conservatorio Nacional, para hacer los estudios allí. Posteriormente entre los 12 y 16 años estudié muchísimo con la pianista argentina Lía Cimaglia Espinoza en el Conservatorio Nacional, y a los 14 años comencé a dar conciertos.

G.A.: ¿QUE GRADO DE IMPORTANCIA TIENE EL APOYO FAMILIAR?
A.M.A.Z.: Es muy importante, yo diría que es un 60%. Mi madre aspiraba a que yo fuera una buena docente musical, pero en la parte artística, quizás por ella ser viuda y yo la única hija, ella tenía muchos temores. La actuación artística es otro ingrediente totalmente distinto de la preparación musical.

G.A.: ¿EN QUE SENTIDO?      
A.M.A.Z.: Es más difícil. Yo siempre me sentí muy cómoda en la actuación, pero, generalmente, el artista pierde algo en ese momento. Hay famosos “tracs” de gente que se anula al salir al escenario.

G.A.: SERIA COMO EN EL TEATRO EL FAMOSO TEMOR A SALIR A LA ESCENA….
A.M.A.Z.: Claro, es tremendo. El músico realiza su obra o su creación en ese momento. Yo considero que el intérprete pone un pequeño porcentaje de creación.

G.A.: ¿QUE DEFINIRIA LO CREATIVO EN EL INTERPRETE?
A.M.A.Z.: Muy buena su acotación. Lo creativo es la intención de pequeños detalles. Ejemplo: tomamos el ritmo que es la diferencia entre duraciones y acentuaciones de los sonidos, pero si bien la música es eminentemente matemática, como la reglamentación está dada por sentimientos, ahí es donde varía a veces. Un acento en determinado lugar cambia una frase.
Después, el acento que se le da a ciertos detalles que otros artistas no lo perciben como tal.  Escuchamos una sonata de Beethoven por tres interpretes, los tres de gran nivel y ajustándose como debe ser, fielmente a lo escrito por Beethoven, pero no son exactamente iguales las tres versiones.

G.A.: SU PRIMER ACTUACION…
Fue a los 12 años y ejecuté el Himno nacional Argentino. A 1os 14 años, comencé a dar conciertos en el Instituto Bernasconi, que es un Complejo Cultural muy interesante, pero que debería ser mucho más aprovechado culturalmente. Antes tenía teatro, cine y conciertos.
Yo hice una primera parte de un concierto que tenía tres. Allí ejecuté una obra muy hermosa y muy poco ejecutada: “La Elegié” de Rachmaninoff. Inicié con dos sonatas de Scarlatti, “El Pájaro Creador” de Schumann y unas obras argentinas.

G.A.: ¿QUE RECUERDOS TIENE DE AQUELLA EPOCA?         
Yo viví una hermosísima época en el Conservatorio Nacional, que en ese momento, era el mejor lugar. Tuve como maestros a Gilardo Gilardi, a Carlos Suffern, a Athos Palma, a Alberto Ginastera, a Torres Bertuchi y a F.M.Ugarte.
En el piano, me costó mucho pero pude dar con Lía Cimaglia, que por esa época, en el año 1950, era una de las pianistas más famosas de la Argentina y que había actuado en Europa.              
Tuve la suelta da casarme con un muy buen alumno de Luis La Vía, a su vez uno de los primeros alumnos del maestro Scaramuzza, de modo que pude aunar las dos técnicas de acá, la de Lalevich y la de Scaramuzza, que eran los dos pilares.

G.A.: ¿CUALES SON LOS COMPOSITORES QUE MAS PONEN A PRUEBA LA CAPACIDAD DE UN PIANISTA?
Si por la capacidad de un pianista entendemos la parte técnica exclusivamente, Liszt, en la época romántica, plantea en la ejecución musical problemas que incluso atañen a la forma de la mano. Una mano muy pequeña no tiene demasiadas facilidades para abordar ciertas obras de Liszt. Pero, abordar una de las grandes obras para órgano de Bagh, tiene una gran dificultad mental. Y abordar en la época más actual, las sonatas de Prokofief, donde hay una mezcla de acrobacia y sentimiento bastante escondido, también es difícil.

G.A.: ¿CUAL ES LA EDAD MAS OPTIMA PARA COMENZAR LOS ESTUDIOS MUSICALES?
A.M.A.Z.: Normalmente, la edad de los 8 o 9 años es muy buena. No debe obligarse al niño a estudiar,el niño debe hacerlo con alegría.

G.A.: ¿ES PREFERIBLE QUE UN CHICO COMIENCE CON UN INSTRUMENTO TRADICIONAL O CON UNO ELECTRONICO?
A.M.A.Z.: El niño o el joven que se inicia con la música es preferible que primero la conozca pura.
Pienso que los efectos na­turales, como el sonido y el color deben manejarse así, como efectos naturales. La electricidad, la considero beneficiosa para luego transmitir eso, pero el hecho de tener planificada  una posible orquestación, siempre le quita creatividad al individuo.

G.A.: ¿QUE OCURRE CON LA MATERIA MUSICA EN LOS COLEGIOS?
A.M.A.Z.: En el jardín de infantes creo que se ha hecho buena obra, para introducir al niño en la música. En la escuela primaria, con el auge de la música eléctrica y las distintas fusiones, algunas para bien, otras no tanto, creo que hay una  gran desorientación.
En cuanto a la escuela secundaria, a la que yo estoy ligada como docente, hace más de 30 años, los planes no atienden a lo que yo creo debería ser. Sería importante formar buenos oyentes, gente sensitiva a la música y no enseñarles conceptos de teoría como el compás, las alteraciones, etc. Está totalmente perimido, partiendo del hecho que el individuo no va para ser músico.

G.A.: CUANDO HABLAMOS DE MUSICA CLASICA ¿A QUE MUSICA NOS REFERIMOS?
A.M.A.Z.: Yo acepto el concepto tradicional, es aquella música que perdura. Por eso es tan difícil la música contemporánea. No podemos decir nosotros, lo que va a perdurar dentro de 200 años. 

G.A.: ¿QUE PIENSA DE LOS ACTUALES CONCIERTOS AL AIRE LIBRE?
A.M.A.Z.: Yo estoy un poco a favor, por el porcentaje positivo que pueda tener, pero en general, prefiero la música en sus recintos. Un avión que pasa a toda marcha cuando una gran orquesta está tocando, distorsiona la realidad musical.

G.A.: ¿CUAL ES LA REALIDAD DE LOS JOVENES COMPOSITORES EN NUESTRO PAIS?
A.M.A.Z.: Nuestro país no le da demasiada importancia al creador músico y menos al concertista de piano. Hay pocos planes de promoción. Los organismos oficiales le deben dar la importancia que tiene y no considerar que es perder dinero.

G.A.: ¿NUESTRO PAIS TIENE UNA MUSICA QUE LA IDENTIFIQUE CON SUS RAICES?
A.M.A.Z.: Ese es otro problema. No se vislumbra el hecho nacional en la música. Nosotros tuvimos una época con Juan José Castro, Gilardo Gilardi, Alberto Ginastera -por quien tengo una gran admiración- Julián Aguirre, Carlos Guastavino, que trataron de hacer una música argentina. Hoy a nadie se le ocurre, salvo al tango, que ha hecho mucho últimamente. Nuestros ritmos folklóricos son muy importantes como los de cada país. Sin embargo, Argentina, por ese cosmopolitismo que tiene, no le da importancia.

G.A.: USTED HABLABA AL PRINCIPIO DE LA IMPORTANCIA DE LAS MANOS EN UN PIANISTA.
A.M.A.Z.: Sí. En general, las manos deben ser medianas tirando a grandes. Hay, por supuesto, casos excepcionales en donde manos no muy pianísticas llegan a grandes logros.

G.A.: NOS MENCIONABA A SU MARIDO TAMBIEN MUSICO ¿COMO SE LLAMA EL?
A.M.A.Z.: Eduardo Alberto Galluzi. Es fundamentalmente con­certista de piano. Ha estado en contacto con los grandes pianistas que venían aquí, como Simón Barer, Félix Lammond -alumno de Liszt- y sobre todo Alejandro Brailovsky, que lo elogió efusivamente. Es una suerte que hayamos formado un hogar con él y nuestro hijo que es arquitecto y también músico porque el arte nunca puede ser solitario, el arte hay que hacerlo compartido.

G.A: ¿LE GUSTARÍA AGREGAR ALGO?
A.M.A.Z.: No, las preguntas fueron muy importantes y abarcaron muchas ramas.

G.A.: GRACIAS, ANA MARIA POR COLABORAR CON “GENERACION ABIERTA”
A.M.A.Z.: Al contrario, gracias a ustedes.