CRÍTICA: ARTES VISUALES: Muestra “De la Cabeza: instantes gráficos y más”, de SILVIA RAQUEL BOBDER, por ADRIANA GASPAR
Todas las obras de arte, y el arte en su conjunto, son enigmas; es algo que ha irritado a la teoría del arte desde los tiempos antiguos. El hecho de que las obras de arte digan algo y al mismo tiempo lo oculten, designa su carácter enigmático en la perspectiva del lenguaje.
Theodor Adorno
Un entramado, sutil y contundente de dibujos y objetos construyen la obra de Silvia Raquel Bonder, una misteriosa instalación que vela y devela la identidad de cada uno de los personajes que la conforman.
El papel en su blanco melancólico, oficia de continente de cada una de las cabezas dibujadas, una línea, gestual y certera las envuelve, las oxigena, provocando un grafismo intimista en su continuo despliegue.
Cabezas que se constituyen en sujetos anónimos, que cobran fuerza en el poder de su síntesis, la que Bonder refuerza otorgándoles-a las cabezas- un relato simbólico, que oscila entre la quietud y la cotidianeidad del transcurrir de la vida, en la cual dejaron sus huellas, las que hoy reaparecen.
En ese contexto asoman los objetos, los que llegan al encuentro con la artista, se nutren de sus energías. Objetos antes inanimados, hoy cobran vida en su obra. Quizás deambularon las calles de su infancia, no lo sabemos. Cabezas de maniquíes que habitaron antiguas moradas y supieron gozar del amor y sufrir el desamor en el despertar de cada día.
Los objetos están ahí, algunos acompañan los dibujos, cabezas asomadas sobre el blanco de la infancia. Otros se aproximan a nosotros, nos interpelan. Todos adoptan una entidad propia en el devenir de estos tiempos. Se tornan fuertes y sensibles a la vez, el pasado añorado y un presente habitado por la tecnología, viven en ellos.
Silvia Bonder genera un proceso creador dentro de un sistema de símbolos y metáforas, en el que la carga afectiva no se aleja de su mundo conceptual. La intertextualidad actúa en todo momento en su obra.
El encuentro con los objetos, en su más amplia diversidad, adquiere en ella una corporalidad vital. La teoría genetteana oficia en sus producciones estéticas como elemento sustancial, ya que la obra no consiste en el objeto en sí, sino en el acto, es decir en el gesto de proponerlo como obra de arte.
Encuentros, recorridos e investigaciones corporizan el discurso visual de esta artista, todo esto obra como un sistema de significaciones que le otorga respuesta a sus intensas búsquedas, las cuales son claves en el lenguaje estético contemporáneo.
Muestra realizada en Puesto 86 –de arte- Mercado San Juan (C.A.B.A.).
Directora del Espacio de Arte: Claudia B. Sanzone
Lic. Adriana Gaspar
Crítica de Arte