Ana Emilia Lahitte ( 1921-2013) Poetas en Generación Abierta (4)
PRIMER UNIVERSO
Margarite Yourcenar
tiende sus puentes al siglo XVII
y nos cuenta:
“Basho dijo que en el día y la noche
somos viajeros de la eternidad”.
¿Y qué somos aquí en penumbra sin tiempo?
¿Es un peregrinaje o un destierro
el suponer estar adonde nunca llegaremos?
Este lugar no aplaca
la sed de nuestro cuerpo,
ni es morada la casa en que vivimos
sino la que amamos en el pulso desierto.
Breves eternidades se suceden,
sin regreso.
Y no es la soledad, no es el vacío.
Es la errancia final por la certeza
de haber deshabitado el primer universo.
a Daniel Ponce
La inadvertencia
Hemos hablado de los hombres y de cuanto les ocurre a los hombres,
como si la humanidad fuese un planeta inmerso en nuestra sombra.
Hemos creído despoblar el silencio
nombrando cada cosa, encadenándola y encadenándonos
a su significado. Sin advertir que cada ser genera mundos breves
que huyen hacia la libre prisión del universo.
a María Rosa Lojo
Los chicos de la calle
Oh, niños asesinos, oh salvajes antorchas.
Cortázar
Ragazzi di vita
los llamó Pasolini
con su piedad adversa
desollada.
Y nos los deja así
sin otra identidad que la mugre
y la llaga.
Debajo
del abrigo de su costra de escaras
-cristos breves-
los chicos de la calle
no saben todavía que su sombra atrapada
crece
para la historia de la infamia.*
El dolor
nunca es niño.
Y en ellos ni siquiera es dolor.
Es una humillación
de la esperanza.
*Borges
Autorreetrato
Me miro en el espejo.
Una mujer avanza
desnuda
sin heridas aparentes.
Es una hembra espléndida
en épocas de celo
tal vez.
Pero ya muerta.
En carne y sombra altiva
despoja sus silencios.
En silencio
un idioma de albatros
la sustenta.
Se yergue luego
intacta
con dignidad de hiedra.
Y asomada
a sus muros
de lumbre y soledades
espera.
Los Rostros
Al fin,
se echa a rodar aquella vieja herencia
que el tiempo, indomable, les arroja a los perros.
Y había cosas bellas,
como en los basurales o en mercados de viejo.
La luz decapitada yace allí,
evanescente, pavorosa de espectros.
Todo es pasión secreta, revés del sortilegio.
Máscara descarnada y aún sangrante
del rostro verdadero.
Ana Emilia Lahitte: Nació en 1921 en La Plata y falleció en 2013, en el mismo lugar.
Poeta, narradora, ensayista, dramaturga.
Obra Publicada: Entre otros libros ha publicado:
Sueño sin eco (1947), El muro de cristal (1952), La noche y otros poemas (1959), Madero y transparencia (1962), Al sur de marzo (1969), Los abismos (1979), Los dioses oscuros (1980), El tiempo, ese desierto demasiado extendido (1993), Insurrecciones (2000),Summa de poemas, 1947-1997 (antología, 2001),
Memorias del Adiós (2004), Los abismos, El cuerpo, Cielos y otros tiempos, Sueños sin ecos, Los dioses oscuros, El padre muere (2006), Gironsiglos (2006).
Es importante destacar entre sus ensayos y compilaciones poéticas: Veinte poetas platenses contemporáneos (1962), María de Villarino (1966), Roberto Themis Speroni (1975),
Cinco poetas capitales (Ballina, Castillo, Mux, Oteriño y Preler, 1995).
Obtuvo, numerosas distinciones, algunas de las cuales son: Pluma de Plata del PEN Club Internacional, Centro Argentino (1980), Puma de Oro de la Fundación Argentina para la Poesía (1982 y 2001), Primer Premio Nacional de Poesía, Región Buenos Aires (1983), Premio Konex (1994), Premio de Poesía “Esteban Etcheverría”, de Gente de Letras (1999), Premio Página de Oro y Letras de Oro de Honorarte.
Su obra ha sido incluida en diversas antologías y traducida al inglés, francés, alemán, italiano, catalán y portugués.
En 2001, la Municipalidad de La Plata la designó Ciudadana Ilustre.
Su Taller de Poesía y sus Hojas y Cuadernos de SUDESTADA han acreditado casi treinta años y más de trescientas publicaciones editadas con su sello.