Amadeo Gravino: A 50 años de la aparición de su primer libro: “PALOTES Y MENOS POEMAS”
Haciendo memoria de algún pasaje de mi historia en el año 70, cuando se publicó PALOTES Y MENOS POEMAS, mi primer libro, recuerdo que por entonces, es decir hace 50 años, yo era habitúe del histórico BAR MODERNO de la calle Maipú, que por entonces era refugio obligado de pintores, poetas y todo tipo de personajes de la vanguardia y, además, también era uno de los tantos fervorosos participantes de las actividades que se desarrollaban en el legendario INSTITUTO DI TELLA de la calle Florida: el gran centro de las nuevas tendencias artísticas de aquellos tiempos. En ese momento tan especial del mundo, cuando el reclamo de un encuentro más fraterno y libre entre los hombres, era materia común de cada día, nosotros, los muchachos de mi generación, éramos modestos seres cargados de sueños que pretendíamos participar de los cambios fundamentales que iban a fundar un mundo más humano y solidario.
Hoy, mirando atrás, veo que ese movimiento muy bien intencionado, pero a la vez ingenuo, ese inocente deseo de cambiar el mundo con armas por demás elementales, habita las páginas del libro en cuestión, el que contiene textos de factura muy primitiva y sencilla que pretenden alejarse de las formas tradicionales de la poesía establecida, unidos, integrados, con breves historietas cómicas muy simples, los que, según tendencias de la fusión de las artes propias de esa época, intentan ofrecer un discurso común de tendencia surrealista y muy crítico del orden existente en esos años. Los textos eran míos y los dibujo de Reni, una mujer brillante que desborda talento y creatividad. Es lo que recuerdo ahora.
AMADEO GRAVINO (2020)
POEMAS CON EDIFICIOS
1
las ventanas son los ojos de los edificios
los vidrios de las ventanas son los anteojos de los edificios
los edificios son observadores silenciosos
los balcones son las manos de los edificios
los edificios viven mendigando soles
la puerta es la boca de los edificios
los edificios se alimentan de hombres
la risa de los hombres alegres
es la sangre de los edificios alegres
la melancolía de los hombres tristes
es la sangre de los edificios tristes
los edificios no tienen piernas
permanecen estáticos
la tierra al girar traslada a los edificios
la tierra es una carroza para pasear los edificios
hay edificios sin luz eléctrica
son los edificios bizcos
los edificios bizcos no pueden ver de noche
hay edificios sin ventanas
son los edificios ciegos
los edificios ciegos nunca pueden ver
2
los relojes son caballitos que tic tac galopan
hacia la palabra muerte
los edificios odian los relojes
los edificios tienen problemas metafísicos
los edificios viven en manzanas
la manzana es la casa de los edificios
las manzanas se reúnen en barrios
el barrio es el municipio de los edificios
los barrios se reúnen en ciudades
las ciudades se reúnen en provincias
la provincia el estado de los edificios
los edificios son viejos anarquistas
por eso no tienen dirigentes
las enfermedades más difundidas entre los edificios
son el incendio el derrumbe y la demolición
los edificios tienen su propio idioma
es decir que un edificio puede hablar con sus amigos
al sol le habla con los balcones
a la luna con la chimenea
a la calle con la ventana
al gato con la azotea
al pájaro con la cornisa
a quien más habla un edificio es al hombre
al hombre le habla con los balcones sol
con la chimenea luna
con la cornisa pájaro
con la ventana calle
con la azotea gato
con la escalera ruido
los hombres parecerían los más indicados
para comprender
pero no es así
ellos siempre se enojan o no entiende
cuando les habla un edificio
AMADEO GRAVINO
(Del libro “PALOTES Y MENOS POEMAS”, 1970)