Telma Reca (1904-1979)

01/06/2013 Editorial

“No conocí el desaliento ni me entregué a lamentaciones vanas”

Por NORA PATRICIA NARDO

Hay mujeres que han formado parte de la Historia de la Psicología y la Psiquiatría Infanto-Juvenil y luego de casi treinta y cuatro años de su partida, aún uno extraña su presencia, su dignidad y sus valores.
La Dra. Telma Reca fue una estudiante brillante, se graduó con diploma de honor en 1928 en la Facultad de Medicina y fue seleccionada como practicante del Hospital Nacional de Clínicas, cuando ese terreno era patrimonio de los hombres. Se atrevió a ese desafío y logró trascender con toda su labor desarrollada, su dedicación, sus investigaciones, sus escritos y libros.
En su tesis doctoral “Delincuencia Juvenil” (1932) demostró su orientación hacia las humanidades, la conducta y la salud mental. Recibió por la misma el Premio “Eduardo Wilde”. Este reconocimiento le dio la oportunidad de una beca de estudios en el “Johns Hopkins” Hospital donde trabajó junto a Leo Kanner, quien era un prestigioso pionero en el estudio de los trastornos psicopatológicos infanto-juveniles.
Es importante recordar que en Argentina en 1934 fue la creadora del primer consultorio de Salud Mental Infantil integrado a la cátedra de Pediatría y fue también una de las primeras profesionales que le dio relevancia al trabajo interdisciplinario.
En 1935 publicó su primer libro “Tratado de Psiquiatría Infantil”, posteriormente durante el transcurso de su vida, fue publicando otros libros producto de sus investigaciones y dedicación y que forman parte de la bibliografía obligatoria en Salud Mental. Trabajó paralelamente en la Dirección de “Maternidad e Infancia” del Departamento de Salud Pública de la Nación. Es así que los trabajos clínicos de la Dra. Telma Reca se vieron enriquecidos porque siempre estuvo en contacto con la realidad social.
Consideraba a cada paciente en toda su complejidad: biológica, médica, psicológica, social, económica y cultural. El paciente que se acercaba a su servicio era atendido por un equipo interdisciplinario de profesionales: médicos, psicólogos, psicopedagogos, quienes a su vez, no sólo hacían clínica, sino también docencia e investigación. En el hospital público en el transcurso de unas cuatro a cinco horas, se llegaba a un diagnóstico presuntivo psicológico-psiquiátrico y se organizaba el tratamiento del paciente. Así tanto el paciente como sus tutores se sentían contenidos y comprendidos y se lograba que al retirarse del hospital tuvieran una idea de la problemática de su hijo y el compromiso de los involucrados para comenzar a resolverlo.
A pesar de haber tenido la oportunidad de trabajar en otros países, ella decidió quedarse en nuestro país, pues consideraba que de esta manera le daba transcendencia a su profesión. La Dra. Telma Reca abrió sus investigaciones a la comunidad profesional, a fin de que se analizaran y reflexionaran cada uno de los casos, estudiando también las condiciones sociales en las que se desarrollaban cada uno de los niños, respetando la diversidad cultural.
Fue una notable psicoterapeuta, elaboró un cuerpo teórico-clínico, métodos de trabajo, creando técnicas e instrumentos que permitieron la construcción de su enfoque bio-psico-social.
En el año 1973 publicó “Psicología, Psicopatología y Psicoterapia”, en el cual expresó sus reflexiones teóricas, su enfoque y resumió su experiencia, En su prólogo nos dice entre otras cosas: “Nada de lo que atañe al desarrollo, la salud y la vida del hombre me es indiferente”.
En su último discurso al recibir el Premio “Aníbal Ponce” expresó:
“Procedo de una familia modesta, adherida a altos valores morales. El amor y el esfuerzo diario no medidos, puestos al servicio inmediato de la supervivencia, y al destino de los fines elevados, fueron la forma predicada y la vivencia perpetua de mi infancia. Siguieron siendo destino de los fines elevados, fueron la forma predicada y la vivencia perpetua de mi infancia. Siguieron siendo los de mi edad adulta. Contraído un compromiso, debía cumplirlo, para estar ante todo en paz conmigo misma. Tuve la suerte de que muy pronto se nuclearon en torno mío personas con mis mismos afanes, colaboradores que hicieron suyos mis puntos de vista, que han seguido a mi lado durante muchos años, y luego muchos otros, que desean seguir nuestros pasos. No puedo decir que no haya tenido dificultades y contrastes. Seguramente los tuve y no pocos. Pero no conocí el desaliento ni me entregué a lamentaciones vanas. Aprendí a verlos y afrontarlos como constituyentes de toda experiencia vital, como parte del devenir humano universal. Lo que me proponía era introducir y difundir el moderno concepto de la Psicopatología Dinámica, que procede de muchas fuentes, que es dúctil y se enriquece y varía continuamente con los hallazgos que proceden de las fuentes primeras y de otras que van surgiendo con el desarrollo científico y social. Concepto que tiene su aplicación inmediata en la psicoterapia, en la comprensión del paciente como ser humano, en este caso en la edad evolutiva, miembro de una familia, parte de una micro y de una macro sociedad y cultura, protagonista y eco de sus vicisitudes, goces y desgracias”…
Quizás sea un verdadero homenaje terminar esta nota con un poema de María Elena Walsh que desde la literatura infantil se ha acercado a los niños. Sus canciones, poemas, cuentos, novelas, ensayos, canciones han trascendido la barrera de los tiempos.como también lo ha hecho la Dra. Telma Reca.

El reino del Revés
de María Elena Walsh

Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.