Leonardo Martínez (1937-2016): Poetas en Generación Abierta (10)
Dueña de la Memoria
Esa mujer aúlla con su vientre
se aferra al amor
lo encuentra al alcance de su muerte
lo saborea
lo rechaza
lo incorpora
lo rinde
y como si condujera un niño grácil
hacia un país de cielos
desgarra la sombra
desde los ojos
hasta la uña más crepuscular
Esa mujer carga su pena y su triunfo
como si portara un halcón invisible
en el corazón cerrado
Atada al llanto de la luz
cuyas lágrimas son gotas de sol
flota en el viento
en oración contemplativa
Libre
dueña del navío solar
flota
como dulce palabra
soplada por la memoria
Ojo de Brasa
La siesta
tiene un ojo de brasa
incrustado en los vellones
de las arboledas umbrías
Púber
inocente de toda inocencia
se desliza
por los yermos quemados
ofreciendo su mirada de vidrio
su mano de lana
su garfio de hierro
Soy uno más
ante el umbral de su boca
un pulso más de su color ardido
Al atardecer
se viste de sombras
y suelta los hijos
habidos con los dioses sin nombre
Un Infierno Menor
a Libertad Demitrópulos
Mi Tía Isidora
se suicidó una noche de Enero
al comienzo de nuestras vacaciones
Pudo haber sido en Diciembre o Marzo
pero fue en Enero
cuando los largos paseos a las montañas
nos hacían tan felices
Tragó su vida
y se incriminó en el desfile de muertos
adheridos al olvido más pedestre
Se fue diciendo
soy la Señora de los escapularios quemados
la doméstica del sagrario de las hostias marchitas
ningún lugar me contiene
desaparezco
sola con mi angustia
Y mi tía Isidora
se pudre en su cama de tierra
fuera del camposanto
por suerte sin la compañía de muertos
que la hubieran agobiado en vida
Las gallinas escarban los hierbajos
y algunos perros orinan
sobre la tumba sin inscripción ni cruz
Perteneció a varias cofradías
a sociedades de bien público
Demasiado hermosa
sus carnes de leche rosada
es seguro
intoxicaron de gozo al amante secreto
¿Adulterio?
¿Un amor deshonroso?
Ciudad de provincia de tribu pequeña
descendíamos señores y siervos del mismo genearca
por lo tanto el incesto era el diario alimento
y la muerte por la mano propia
el estrecho camino de un infierno menor
Adolescencia
Hemos caminado al sol por los cercados de la cumbre
Demasiado cielo Demasiada gloria
Hace calor y fatigados
buscamos el refugio de unos matorrales
Sudorosos nos quitamos camisas y pantalones
Las vacas miran curiosas
como hembras inaccesibles de un olimpo ajeno
mientras los dos desnudos en la hierba
vemos caer el sol y avanzar la noche
Dulce y fluvial el sueño sumerge los cuerpos
en oscuros laberintos
y la hermana muerte nos roza
dejando un olor a siega de hierba tierna
Antes de regresar fumamos un cigarrillo
De la vertiente cercana bebemos agua fría
y nos revolcamos sobre colchones de toronjil y menta
Regreso de la Gracia
Acababa de cumplir siete años
cuando murió Manuel Alfonso
A Foncho yo lo aventajaba un año
Enfermamos en la primavera del ’45
Caímos juntos a la cama
con vómitos y convulsiones
Una tos seca nos pulverizaba el pecho
Me acuerdo de unas ganas enormes
de tomar helado de duraznos
duraznos frescos dorados y jugosos de suave pelusa
Las compresas frías en la cabeza y en el bajo vientre
aliviaban los ardores del delirio
Mientras
jaculatorias rosarios y sufragios
eran susurrados
siseados
bisbiseados
por las mujerucas familiares
Cuando finalmente salí de mis sopores
estaba en otro cuarto
Me pareció el de la visitas
Pregunté por Foncho
Silencio
Pregunté de nuevo
Alguien
mi madre seguro
dijo
lo acabo de ver
está jugando junto al paraíso del último patio
con los juguetes del Niñito Dios
Leonardo Martínez: Nació en Catamarca en 1937, residió algunos años en Tucumán.
Egresado de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad Nacional de Tucumán, ejerció la docencia en dicha institución y en el Colegio Sagrado Corazón
Desde 1990 vivió en Buenos Aires.
Recibió diversas distinciones literarias por su obra poética, entre ellas el Primer Premio Municipal de Poesía, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Falleció el 10 de Octubre de 2016.
Obra publicada: “Tacana o los linajes del tiempo” (1989); “Ojo de brasa” (1991); “El señor de Autigasta” (1994); “Asuntos de familia y otras imposturas” (1997); “Rápido pasaje” (1999); “Jaula viva” (2004); “Estricta ceniza” (2005); “Las tierras naturales” (2007); “Los ojos de lo fugaz” (2010); y la antología “Escribanía de vivos y muertos”.